Job Capítulo 31

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se nos revela a nosotros, sus hijos, y nos habla mediante los textos sagrados recogidos en La Biblia. En la Biblia está escrita su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y aprehender toda la sapiencia que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 31 del Job del Nuevo Testamento de la Biblia permanecen encerradas porciones de bondad y sabiduría que el Padre regaló a los hombres con el objetivo de que ellos pudieran estar junto a Él.

El Job del Nuevo Testamento consta de 42 capítulos. Ahora en nuestra web puedes leer e interiorizar aquello que Dios Nuestro Señor deseó mostrarnos en el capítulo 31. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 31 del Job está fraccionado en 40 versículos. De esta manera es más sencillo leer y recordar la palabra de Dios, para que así esté a tu lado siempre y te sirva de guía.

Nuestro Padre Todopoderoso está siempre con nosotros, es un padre benévolo que nos orienta. Por eso nos dió su palabra que nos orienta y sirve de luz en los periodos más oscuros. En el capítulo 31 del Job del Nuevo Testamento hallarás con toda seguridad la clave a muchas de las dudas que puedan aparecer en la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con Nuestro Señor, leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y entender en profundidad los 40 versículos del capítulo 31 del Job te será extremadamente útil. Así tendrás siempre presente en tus oraciones en qué consiste la palabra de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 31 del libro Job

Hice pacto con mis ojos: ¿Cómo pues había yo de pensar en virgen?.

Porque ¿qué galardón me daría de arriba Dios, Y qué heredad el Omnipotente de las alturas?.

¿No hay quebrantamiento para el impío, Y extrañamiento para los que obran iniquidad?.

¿No ve él mis caminos, Y cuenta todos mis pasos?.

Si anduve con mentira, Y si mi pie se apresuró a engaño,.

Péseme Dios en balanzas de justicia, Y conocerá mi integridad..

Si mis pasos se apartaron del camino, Y si mi corazón se fue tras mis ojos, Y si algo se apegó a mis manos,.

Siembre yo, y otro coma, Y mis verduras sean arrancadas..

Si fue mi corazón engañado acerca de mujer, Y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo:.

Muela para otro mi mujer, Y sobre ella otros se encorven..

Porque es maldad e iniquidad, Que han de castigar los jueces..

Porque es fuego que devoraría hasta el sepulcro, Y desarraigaría toda mi hacienda..

Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, Cuando ellos pleitearan conmigo,.

¿Qué haría yo cuando Dios se levantase? Y cuando él visitara, ¿qué le respondería yo?.

El que en el vientre me hizo a mí, ¿no lo hizo a él? ¿Y no nos dispuso uno mismo en la matriz?.

Si estorbé el contento de los pobres, E hice desfallecer los ojos de la viuda;.

Y si comí mi bocado solo, Y no comió de él el huérfano;.

(Porque desde mi mocedad creció conmigo como con padre, Y desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda;).

Si he visto que pereciera alguno sin vestido, Y al menesteroso sin cobertura;.

Si no me bendijeron sus lomos, Y del vellón de mis ovejas se calentaron;.

Si alcé contra el huérfano mi mano, Aunque viese que me ayudarían en la puerta;.

Mi espalda se caiga de mi hombro, Y mi brazo sea quebrado de mi canilla..

Porque temí el castigo de Dios, Contra cuya alteza yo no tendría poder..

Si puse en oro mi esperanza, Y dije al oro: Mi confianza eres tú;.

Si me alegré de que mi hacienda se multiplicase, Y de que mi mano hallase mucho;.

Si he mirado al sol cuando resplandecía, Y a la luna cuando iba hermosa,.

Y mi corazón se engañó en secreto, Y mi boca besó mi mano:.

Esto también fuera maldad juzgada; Porque habría negado al Dios soberano..

Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, Y me regocijé cuando le halló el mal;.

(Que ni aun entregué al pecado mi paladar, Pidiendo maldición para su alma;).

Cuando mis domésticos decían: ¡Quién nos diese de su carne! nunca nos hartaríamos..

El extranjero no tenía fuera la noche; Mis puertas abría al caminante..

Si encubrí, como los hombres mis prevaricaciones, Escondiendo en mi seno mi iniquidad;.

Porque quebrantaba a la gran multitud, Y el menosprecio de las familias me atemorizó, Y callé, y no salí de mi puerta:.

¡Quién me diera quien me oyese! He aquí mi impresión es que el Omnipotente testificaría por mí, Aunque mi adversario me hiciera el proceso..

Ciertamente yo lo llevaría sobre mi hombro, Y me lo ataría en lugar de corona..

Yo le contaría el número de mis pasos, Y como príncipe me llegaría a él..

Si mi tierra clama contra mí, Y lloran todos sus surcos;.

Si comí su sustancia sin dinero, O afligí el alma de sus dueños;.

En lugar de trigo me nazcan abrojos, Y espinas en lugar de cebada..