Job Capítulo 6

Dios, Nuestro Señor se nos revela a nosotros, que somos sus hijos, y lo hace gracias a las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Sagrada Biblia se encuentra escrita su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. Nosotros disponemos del libre albedrío para leerla y tratar de captar toda la bondad y sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 6 del Job del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras es posible hallar resguardadas píldoras de conocimiento que el Padre otorgó a sus hijos para que ellos pudieran estar junto a Él.

El Job del Nuevo Testamento consta de 42 capítulos. En cristianismo.info te ofrecemos la posibilidad de leer y estudiar aquello que Nuestro Señor se propuso revelarnos en el capítulo 6. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 6 del Job se halla fraccionado en 30 versículos. De esta forma es más simple leer y retener en la memoria la palabra de Dios Nuestro Señor, de modo que esté a tu lado siempre y te sirva de brújula en la vida.

Nuestro Padre que todo lo puede nunca nos abandona, es un padre clemente que nos orienta. Ese fue el motivo por el cual nos proporcionó su palabra que nos orienta y sirve de faro en los periodos más sombríos. En el capítulo 6 del Job del Nuevo Testamento hallarás sin lugar a dudas la respuesta a muchas de las cuestiones que te puedan surgir durante la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con el Altísimo, haber leído su palabra escrita en la Biblia, y conocer profundamente los 30 versículos del capítulo 6 del Job te será de gran ayuda. De esta manera tendrás siempre presente en tus rezos cuál es la palabra de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 6 del libro Job

Y respondió Job y dijo:.

¡Oh si pesasen al justo mi queja y mi tormento, Y se alzasen igualmente en balanza!.

Porque pesaría aquél más que la arena del mar: Y por tanto mis palabras son cortadas..

Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Y terrores de Dios me combaten..

¿Acaso gime el asno montés junto a la hierba? ¿Muge el buey junto a su pasto?.

¿Comerase lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo?.

Las cosas que mi alma no quería tocar, Por los dolores son mi comida..

¡Quién me diera que viniese mi petición, Y que Dios me otorgase lo que espero;.

Y que pluguiera a Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y me deshiciera!.

Y sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo..

¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida?.

¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero?.

¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo?.

El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente..

Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas,.

Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve;.

Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar;.

Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense..

Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas:.

Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos..

Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis..

¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda;.

Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos?.

Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado..

¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros?.

¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento?.

También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo..

Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros..

Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún a considerar mi justicia en esto..

¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?.