Job Capítulo 7

Dios se dirige a nosotros, que somos sus hijos, y lo hace gracias a la Sagrada Biblia. En la Biblia podemos encontrar escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. Nosotros disponemos del libre albedrío para leerla y aprehender toda la sapiencia que reside en sus palabras. En el capítulo 7 del Job del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras permanecen encerradas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que el Padre proporcionó a sus hijos para que ellos pudieran estar al lado de Él.

El Job del Nuevo Testamento se compone de 42 capítulos. En esta web puedes leer y estudiar lo que Dios Nuestro Señor quiso revelarnos en el capítulo 7. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 7 del Job se halla fraccionado en 21 versículos. Así es más fácil leer y recordar la palabra Dios Todopoderoso, de modo que te acompañe siempre y te sirva como una luz en tu camino.

Nuestro Padre, Dios Todopoderoso es quien jamás nos abandonará a pesar de las circunstancias, es un padre justo que nos guía. Por eso nos obsequió con su palabra que nos alumbra y sirve de Estrella Polar en los instantes más tenebrosos. En el capítulo 7 del Job del Nuevo Testamento descubrirás sin dudarlo la respuesta a gran cantidad de dilemas que de pronto aparecen a lo largo de la vida. Al principio de tu diálogo con el Creador, el hecho de leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y entender profundamente los 21 versículos del capítulo 7 del Job te será de mucha ayuda. Así te será posible tener siempre presente en tus plegarias cuál es el mandato de Dios.

Versículos del capítulo 7 del libro Job

Ciertamente tiempo limitado tiene el hombre sobre la tierra, Y sus días son como los días del jornalero..

Como el siervo anhela la sombra, Y como el jornalero espera el reposo de su trabajo:.

Así poseo yo meses de vanidad, Y noches de trabajo me dieron por cuenta..

Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Y mide mi corazón la noche, Y estoy harto de devaneos hasta el alba..

Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; Mi piel hendida y abominable..

Y mis días fueron más ligeros que la lanzadera del tejedor, Y fenecieron sin esperanza..

Acuérdate que mi vida es viento, Y que mis ojos no volverán a ver el bien..

Los ojos de los que me ven, no me verán más: Tus ojos sobre mí, y dejaré de ser..

La nube se consume, y se va: Así el que desciende al sepulcro no subirá;.

No tornará más a su casa, Ni su lugar le conocerá más..

Por tanto yo no reprimiré mi boca; Hablaré en la angustia de mi espíritu, Y quejareme con la amargura de mi alma..

¿Soy yo la mar, o ballena, Que me pongas guarda?.

Cuando digo: Mi cama me consolará, Mi cama atenuará mis quejas;.

Entonces me quebrantarás con sueños, Y me turbarás con visiones..

Y así mi alma tuvo por mejor el ahogamiento, Y quiso la muerte más que mis huesos..

Aburrime: no he de vivir yo para siempre; Déjame, pues que mis días son vanidad..

¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, Y que pongas sobre él tu corazón,.

Y lo visites todas las mañanas, Y todos los momentos lo pruebes?.

¿Hasta cuándo no me dejarás, Ni me soltarás hasta que trague mi saliva?.

Pequé, ¿qué te haré, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto contrario a ti, Y que a mí mismo sea pesado?.

¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, Y si me buscares de mañana, ya no seré..