Dios Padre se nos revela a nosotros, sus hijos e hijas, y lo hace mediante la Sagrada Biblia. En ella es donde se encuentra escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. De nosotros depende leerla y tratar de captar toda la sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 9 del Job del Nuevo Testamento de la Biblia permanecen encerradas perlas de sabiduría que el Padre proporcionó a sus hijos e hijas para que ellos llegaran a aproximarse a Él.
El Job del Nuevo Testamento consta de 42 capítulos. En nuestra web tienes la posibilidad de leer y estudiar lo que Dios Nuestro Señor quiso mostrarnos en el capítulo 9. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 9 del Job está dividido en 35 versículos. De esta manera es más fácil leer y recordar la palabra de Dios Nuestro Señor, para que te acompañe siempre y te sirva de guía.
Nuestro Padre que todo lo puede no nos deja nunca solos, es un padre justo que nos orienta. Por ese motivo nos regaló su palabra que nos ilumina y sirve de fanal en los trances más oscuros. En el capítulo 9 del Job del Nuevo Testamento hallarás sin lugar a dudas la clave a muchas de las dudas que te puedan surgir a lo largo de la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con el Altísimo, haber leído su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y dominar profundamente los 35 versículos del capítulo 9 del Job te será muy útil. De esta manera te será posible tener siempre presente en tus plegarias en qué consiste la verdadera palabra de Nuestro Señor.
Y respondió Job, y dijo:.
Ciertamente yo conozco que es así: ¿Y cómo se justificará el hombre con Dios?.
Si quisiere contender con él, No le podrá responder a una cosa de mil..
Él es sabio de corazón, y poderoso en fortaleza, ¿Quién se endureció contra él, y quedó en paz?.
Que arranca los montes con su furor, Y no conocen quién los trastornó:.
Que remueve la tierra de su lugar, Y hace temblar sus columnas:.
Que manda al sol, y no sale; Y sella las estrellas:.
El que extiende solo los cielos, Y anda sobre las alturas de la mar:.
El que hizo el Arcturo, y el Orión, y las Pléyadas, Y los lugares secretos del mediodía:.
El que hace cosas grandes e incomprensibles, Y maravillosas, sin número..
He aquí que él pasará delante de mí, y yo no lo veré; Y pasará, y no lo entenderé..
He aquí, arrebatará; ¿quién le hará restituir? ¿Quién le dirá, Qué haces?.
Dios no tornará atrás su ira, Y debajo de él se encorvan los que ayudan a los soberbios..
¿Cuánto menos le responderé yo, Y hablaré con él palabras estudiadas?.
Que aunque fuese yo justo, no responderé; Antes habré de rogar a mi juez..
Que si yo le invocase, y él me respondiese, Aun no creeré que haya escuchado mi voz..
Porque me ha quebrado con tempestad, Y ha aumentado mis heridas sin causa..
No me ha concedido que tome mi aliento; Mas hame hartado de amarguras..
Si habláremos de su potencia, fuerte por cierto es; Si de juicio, ¿quién me emplazará?.
Si yo me justificare, me condenará mi boca; Si me dijere perfecto, esto me hará inicuo..
Bien que yo fuese íntegro, no conozco mi alma: Reprocharé mi vida..
Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume..
Si azote mata de presto, Ríese de la prueba de los inocentes..
La tierra es entregada en manos de los impíos, Y él cubre el rostro de sus jueces. Si no es él, ¿quién es? ¿dónde está?.
Mis días han sido más ligeros que un correo; Huyeron, y no vieron el bien..
Pasaron cual navíos veloces: Como el águila que se arroja a la comida..
Si digo: Olvidaré mi queja, Dejaré mi aburrimiento, y esforzareme:.
Contúrbanme todos mis trabajos; Sé que no me darás por libre..
Yo soy impío, ¿Para qué trabajaré en vano?.
Aunque me lave con aguas de nieve, Y limpie mis manos con la misma limpieza,.
Aun me hundirás en el hoyo, Y mis propios vestidos me abominarán..
Porque no es hombre como yo, para que yo le responda, Y vengamos juntamente a juicio..
No hay entre nosotros árbitro Que ponga su mano sobre nosotros ambos..
Quite de sobre mí su vara, Y su terror no me espante..
Entonces hablaré, y no le temeré: Porque así no estoy en mí mismo..