Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos habla con nosotros, que somos fruto de su Creación, y esto lo hace mediante los textos sagrados recogidos en La Biblia. En la Biblia es el lugar en donde se escribió su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros depende leerla y comprender toda la bondad y sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 17 del Juan del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras se encuentran escondidas porciones de bondad y sabiduría que Dios proporcionó a sus hijos para que así ellos tuvieran la capacidad de estar cerca de Él.
El Juan del Nuevo Testamento está formado por 21 capítulos. En nuestra web te ofrecemos la posibilidad de leer aquello que Dios Nuestro Señor quiso enseñarnos en el capítulo 17. Para que sea más fácil leerlo y comprenderlo el capítulo 17 del Juan está dividido en 26 versículos. De esta manera es más fácil leer y retener en la memoria la palabra del Padre, para que vaya contigo siempre y te sirva de guía.
Nuestro Amado Padre Celestial no nos deja nunca solos, es un padre bondadoso que nos aconseja. Ese fue el motivo por el cual nos dió su palabra que nos inspira y sirve de fanal en los momentos más oscuros. En el capítulo 17 del Juan del Nuevo Testamento encontrarás sin lugar a dudas la solución a muchas de las preguntas que te puedan surgir en la vida. Al principio de tu diálogo con el Padre, leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y conocer en profundidad los 26 versículos del capítulo 17 del Juan te será de gran ayuda. De esta forma podrás tener siempre presente en tus oraciones cuál es el mandato de Dios Todopoderoso.
Estas cosas habló Jesús, y levantados los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora es llegada; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;.
Como le has dado la potestad de toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste..
Esta empero es la vida eterna: que te conozcan el solo Dios verdadero, y a Jesucristo, al cual has enviado..
Yo te he glorificado en la tierra: he acabado la obra que me diste que hiciese..
Ahora pues, Padre, glorifícame tú cerca de ti mismo con aquella gloria que tuve cerca de ti antes que el mundo fuese..
He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste: tuyos eran, y me los diste, y guardaron tu palabra..
Ahora han conocido que todas las cosas que me diste, son de ti;.
Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste..
Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son:.
Y todas mis cosas son tus cosas, y tus cosas son mis cosas: y he sido glorificado en ellas..
Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo a ti vengo. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos por tu nombre, para que sean una cosa, como también nosotros..
Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición; para que la Escritura se cumpliese..
Mas ahora vengo a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos..
Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo..
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal..
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo..
Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad..
Como tú me enviaste al mundo, también los he enviado al mundo..
Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en verdad..
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos..
Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me enviaste..
Y yo, la gloria que me diste les he dado; para que sean una cosa, como también nosotros somos una cosa..
Yo en ellos, y tú en mí, para que sean consumadamente una cosa; que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado, como también a mí me has amado..
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo; para que vean mi gloria que me has dado: por cuanto me has amado desde antes de la constitución del mundo..
Padre justo, el mundo no te ha conocido, mas yo te he conocido; y éstos han conocido que tú me enviaste;.
Y yo les he manifestado tu nombre, y manifestaré lo aún; para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos..