Dios, Nuestro Señor se dirige a nosotros, que somos sus hijos, y nos habla a través de las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Sagrada Biblia está escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y captar toda la bondad y sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 21 del Juan del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia encontramos escondidas auténticas dosis de conocimiento y bondad que el Padre obsequió a sus hijos para que ellos llegaran a estar al lado de Él.
El Juan del Nuevo Testamento tiene 21 capítulos. Ahora tienes la posibilidad de leer e interiorizar aquello que Dios Todopoderoso deseó mostrarnos en el capítulo 21. Para una mejor lectura y comprensión el capítulo 21 del Juan se halla dividido en 25 versículos. De esta manera es más fácil leer y recordar la palabra Dios Todopoderoso, para que así te acompañe siempre y te sirva para guiarte.
Nuestro Padre Todopoderoso jamás nos abandona, es un padre clemente que nos guía. Ese fue el motivo por el cual nos regaló su palabra que nos ilumina y sirve de fanal en los trances más sombríos. En el capítulo 21 del Juan del Nuevo Testamento descubrirás sin lugar a dudas la respuesta a muchas de las dudas que a menudo se manifiestan durante la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Altísimo, haber leído su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y comprender profundamente los 25 versículos del capítulo 21 del Juan te será de mucha ayuda. De este modo te será posible tener siempre presente en tus plegarias en qué consiste el mandato de Nuestro Señor.
Después se manifestó Jesús otra vez a sus discípulos en la mar de Tiberias; y manifestose de esta manera..
Estaban juntos Simón Pedro, y Tomás, llamado al Dídimo, y Natanael, el que era de Caná de Galilea, y los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos..
Díceles Simón: A pescar voy. Dícenle: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y subieron en una barca; y aquella noche no cogieron nada..
Y venida la mañana, Jesús se puso a la ribera: mas los discípulos no entendieron que era Jesús..
Y díjoles: Mozos, ¿tenéis algo de comer? Respondiéronle: No..
Y Él les dice: Echad la red a la mano derecha del barco, y hallaréis. Entonces la echaron, y no la podían en ninguna manera sacar, por la multitud de los peces..
Entonces aquel discípulo, al cual amaba Jesús, dijo a Pedro: El Señor es. Y Simón Pedro, como oyó que era el Señor, ciñose la ropa, porque estaba desnudo, y echose a la mar..
Y los otros discípulos vinieron con el barco (porque no estaban lejos de tierra sino como doscientos codos), trayendo la red de peces..
Y como descendieron a tierra, vieron ascuas puestas, y un pez encima de ellas, y pan..
Díceles Jesús; Traed de los peces que cogisteis ahora..
Subió Simón Pedro, y trajo la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres: y siendo tantos, la red no se rompió..
Díceles Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos osaba preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor..
Viene pues Jesús, y toma el pan, y les da; y asimismo del pez..
Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestó a sus discípulos, habiendo resucitado de los muertos..
Y cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Dícele; Sí Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis corderos..
Vuélvele a decir la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Respóndele: Sí, Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis ovejas..
Dícele la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Entristeciose Pedro de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y dícele: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Dícele Jesús: Apacienta mis ovejas..
De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más mozo, te ceñías, e ibas donde querías; mas cuando ya fueres viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras..
Y esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, dícele: Sígueme..
Volviéndose Pedro, ve a aquel discípulo al cual amaba Jesús, que seguía, el que también se había recostado a su pecho en la cena, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?.
Así que Pedro vio a éste, dice a Jesús: Señor, ¿y éste, qué?.
Dícele Jesús: Si quiero que Él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú..
Salió entonces este dicho entre los hermanos, que aquel discípulo no había de morir. Mas Jesús no le dijo, No morirá; sino: Si quiero que Él quede hasta que yo venga ¿qué a ti?.
Este es aquel discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas: y sabemos que su testimonio es verdadero..
Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, que si se escribiesen cada una por sí, ni aun en el mundo pienso que cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén..