Juan Capítulo 6

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se nos manifiesta a nosotros, sus hijos e hijas, y esto lo hace por medio de la Biblia. En la Biblia está escrita su doctrina y sus lecciones para la humanidad. Nosotros disponemos del libre albedrío para leerla y recibir toda la bondad y sabiduría que reside en sus palabras. En el capítulo 6 del Juan del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia permanecen confinadas porciones de bondad y sabiduría que Dios Nuestro Señor obsequió a sus hijos e hijas para que así ellos tuvieran la capacidad de acercarse a Él.

El Juan del Nuevo Testamento consta de 21 capítulos. En esta web es posible leer lo que Dios Todopoderoso deseó revelarnos en el capítulo 6. Para que sea más fácil leerlo y comprenderlo el capítulo 6 del Juan se encuentra dividido en 71 versículos. De esta forma es más simple leer y recordar la palabra del Padre, para que esté a tu lado siempre y te sirva de orientación y guía.

Nuestro Amado Padre Celestial nunca nos abandona, es un padre bondadoso que nos aconseja. Ese fue el motivo por el cual nos brindó su palabra que nos alumbra y sirve de faro en los periodos más tenebrosos. En el capítulo 6 del Juan del Nuevo Testamento podrás encontrar sin lugar a dudas la respuesta a muchas de las dudas que se puedan manifestar a lo largo de la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con el Padre, leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y dominar profundamente los 71 versículos del capítulo 6 del Juan te será muy útil. De esta manera te será posible tener siempre presente en tus oraciones en qué consiste la palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 6 del libro Juan

Pasadas estas cosas, fuese Jesús de la otra parte de la mar de Galilea, que es de Tiberias..

Y seguíale grande multitud, porque veían sus señales que hacía en los enfermos..

Y subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos..

Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los Judíos..

Y como alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a Él grande multitud, dice a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?.

Mas esto decía para probarle; porque Él sabía lo que había de hacer..

Respondiole Felipe: Doscientos denarios de pan no les bastarán, para que cada uno de ellos tome un poco..

Dícele uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro:.

Un muchacho está aquí que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; ¿mas qué es esto entre tantos?.

Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar: y recostáronse como número de cinco mil varones..

Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, repartió a los discípulos, y los discípulos a los que estaban recostados: asimismo de los peces, cuanto querían..

Y como fueron saciados, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que han quedado, porque no se pierda nada..

Cogieron pues, e hinchieron doce cestas de pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido..

Aquellos hombres entonces, como vieron la señal que Jesús había hecho, decían: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo..

Y entendiendo Jesús que habían de venir para arrebatarle, y hacerle rey, volvió a retirarse al monte, Él solo..

Y como se hizo tarde, descendieron sus discípulos a la mar;.

Y entrando en un barco, venían de la otra parte de la mar hacia Capernaum. Y era ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos..

Y levantábase la mar con un gran viento que soplaba..

Y como hubieron navegado como veinticinco o treinta estadios, ven a Jesús que andaba sobre la mar, y se acercaba al barco: y tuvieron miedo..

Mas Él les dijo: Yo soy; no tengáis miedo..

Ellos entonces gustaron recibirle en el barco: y luego el barco llegó a la tierra donde iban..

El día siguiente, la gente que estaba de la otra parte de la mar, como vio que no había allí otra navecilla sino una, y que Jesús no había entrado con sus discípulos en ella, sino que sus discípulos se habían ido solos;.

Y que otras navecillas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber el Señor dado gracias;.

Como vio pues la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron ellos en las navecillas, y vinieron a Capernaum buscando a Jesús..

Y hallándole de la otra parte de la mar, dijéronle: Rabbí, ¿cuándo llegaste acá?.

Respondioles Jesús, y dijo; De cierto, de cierto os digo, que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os hartasteis..

Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará: porque a éste señaló el Padre, que es Dios..

Y dijéronle: ¿Qué haremos para que obremos las obras de Dios?.

Respondió Jesús, y díjoles: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que Él ha enviado..

Dijéronle entonces: ¿Qué señal pues haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obras?.

Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer..

Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés pan del cielo; mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo..

Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo..

Y dijéronle: Señor, danos siempre este pan..

Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás..

Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis..

Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le hecho fuera..

Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la voluntad del que me envió..

Y esta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero..

Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en Él, tenga vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero..

Murmuraban entonces de Él los Judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendí del cielo..

Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?.

Y Jesús respondió, y díjoles: No murmuréis entre vosotros..

Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero..

Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así que, todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene a mí..

No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios, éste ha visto al Padre..

De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna..

Yo soy el pan de vida..

Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y son muertos..

Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de Él comiere, no muera..

Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo..

Entonces los Judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos su carne a comer?.

Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros..

El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero..

Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida..

El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en Él..

Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, Él también vivirá por mí..

Este es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos: el que come de este pan, vivirá eternamente..

Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum..

Y muchos de sus discípulos oyéndolo, dijeron: Dura es esta palabra: ¿quién la puede oír?.

Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, díjoles: ¿Esto os escandaliza?.

¿Pues qué, si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba primero?.

El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida..

Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar..

Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre..

Desde esto, muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con Él..

Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis vosotros iros también?.

Y respondiole Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna..

Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente..

Jesús le respondió: ¿No he escogido yo a vosotros doce, y uno de vosotros es diablo?.

Y hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón, porque éste era el que le había de entregar, el cual era uno de los doce..