Dios se dirige a nosotros, creados a su imagen y semejanza, y nos habla mediante la Biblia. En ella es donde se encuentra escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. De nosotros depende leerla y entender toda la sapiencia que se halla en sus palabras. En el capítulo 9 del Juan del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia es posible hallar escondidas auténticas dosis de conocimiento y bondad que Dios Nuestro Señor entregó a sus hijos e hijas con el objetivo de que ellos pudieran estar al lado de Él.
El Juan del Nuevo Testamento consta de 21 capítulos. Ahora tienes la posibilidad de leer y estudiar lo que Dios Nuestro Señor deseó mostrarnos en el capítulo 9. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 9 del Juan se halla fraccionado en 41 versículos. De este modo es más fácil leer y recordar la palabra del Padre, de modo que esté a tu lado siempre y te sirva como un faro para orientarte.
Nuestro Padre Bondadoso está siempre con nosotros, es un padre clemente que nos orienta. Por eso nos dió su palabra que nos orienta y sirve de faro en los trances más tenebrosos. En el capítulo 9 del Juan del Nuevo Testamento descubrirás sin dudarlo la respuesta a gran cantidad de dilemas que puedan aparecer durante la vida. Al principio de tu diálogo con el Padre, leer su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y entender en profundidad los 41 versículos del capítulo 9 del Juan te será de mucha utilidad. De este modo tendrás siempre presente en tus rezos cuál es la verdadera palabra de Dios.
Y pasando Jesús, vio un hombre ciego desde su nacimiento..
Y preguntáronle sus discípulos, diciendo: Rabbí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciese ciego?.
Respondió Jesús: Ni éste pecó, ni sus padres: mas para que las obras de Dios se manifiesten en Él..
Conviéneme obrar las obrar del que me envió, entre tanto que el día dura: la noche viene, cuando nadie puede obrar..
Entre tanto que estuviere en el mundo, luz soy del mundo..
Esto dicho, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo sobre los ojos del ciego,.
Y díjole: Ve, lávate en el estanque de Siloé (que significa, si lo interpretares, Enviado). Y fue entonces, y lavose, y volvió viendo..
Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿no es éste el que se sentaba y mendigaba?.
Unos decían: Este es; y otros: A Él se parece. El decía: Yo soy..
Y dijéronle: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?.
Respondió Él y dijo: El hombre que se llama Jesús, hizo lodo, y me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate: y fui, y me lavé, y recibí la vista..
Entonces le dijeron: ¿Dónde está aquél? El dijo: No sé..
Llevaron a los Fariseos al que antes había sido ciego..
Y era sábado cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos..
Y volviéronle a preguntar también los Fariseos de qué manera había recibido la vista. Y Él les dijo: Púsome lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo..
Entonces unos de los Fariseos decían: Este hombre no es de Dios, que no guarda el sábado. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos..
Vuelven a decir al ciego: ¿Tú, qué dices del que te abrió los ojos? Y Él dijo: Que es profeta..
Mas los Judíos no creían de Él, que había sido ciego, y hubiese recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista;.
Y preguntáronles, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?.
Respondiéronles sus padres y dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego:.
Mas cómo vea ahora, no sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros no lo sabemos; Él tiene edad, preguntadle a Él; Él hablará de sí..
Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los Judíos: porque ya los Judíos habían resuelto que si alguno confesase ser Él el Mesías, fuese fuera de la sinagoga..
Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a Él..
Así que, volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y dijéronle: Da gloria a Dios: nosotros sabemos que este hombre es pecador..
Entonces Él respondió, y dijo: Si es pecador, no lo sé: una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo..
Y volviéronle a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?.
Respondioles: Ya os lo he dicho, y no habéis atendido: ¿por qué lo queréis otra vez oír? ¿queréis también vosotros haceros sus discípulos?.
Y le ultrajaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros discípulos de Moisés somos..
Nosotros sabemos que a Moisés habló Dios: mas éste no sabemos de dónde es..
Respondió aquel hombre, y díjoles: Por cierto, maravillosa cosa es ésta, que vosotros no sabéis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos..
Y sabemos que Dios no oye a los pecadores: mas si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a éste oye..
Desde el siglo no fue oído, que abriese alguno los ojos de uno que nació ciego..
Si éste no fuera de Dios, no pudiera hacer nada..
Respondieron, y dijéronle: En pecados eres nacido todo, ¿y tú nos enseñas? Y echáronle fuera..
Oyó Jesús que le habían echado fuera; y hallándole, díjole: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?.
Respondió Él, y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en Él?.
Y díjole Jesús: Y le has visto, y el que habla contigo, Él es..
Y Él dice: Creo, Señor; y adorole..
Y dijo Jesús: Yo, para juicio he venido a este mundo: para que los que no ven, vean; y los que ven, sean cegados..
Y ciertos de los Fariseos que estaban con Él oyeron esto, y dijéronle: ¿Somos nosotros también ciegos?.
Díjoles Jesús: Si fuerais ciegos, no tuvierais pecado: mas ahora porque decís, Vemos, por tanto vuestro pecado permanece..