Dios se comunica con nosotros, sus hijos e hijas, y lo hace gracias a las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Sagrada Biblia podemos encontrar escrita su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. En nuestra mano está leerla y tratar de captar toda la sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 4 del Jueces del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia están encerradas porciones de bondad y sabiduría que Dios Padre regaló a los seres humanos para que así ellos llegaran a aproximarse a Él.
El Jueces del Nuevo Testamento está compuesto por 21 capítulos. Aquí es posible leer e interiorizar aquello que Dios, en toda su Bondad deseó revelarnos en el capítulo 4. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 4 del Jueces se halla fraccionado en 24 versículos. De esta forma es más simple leer y aprender de memoria la palabra del Padre, para que vaya contigo siempre y te sirva para guiarte.
Nuestro Padre Bondadoso está siempre con nosotros, es un padre justo que nos orienta. Por eso nos brindó su palabra que nos orienta y sirve de faro en los momentos más sombríos. En el capítulo 4 del Jueces del Nuevo Testamento podrás encontrar sin lugar a dudas la solución a gran cantidad de dilemas que puedan aparecer a lo largo de la vida. Al principio de tu diálogo con el Creador, haber leído su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y entender profundamente los 24 versículos del capítulo 4 del Jueces te será de mucha utilidad. De este modo tendrás siempre presente en tus oraciones en qué consiste el mandato de Dios Padre que está en los Cielos.
Mas los hijos de Israel tornaron a hacer lo malo en ojos de Jehová, después de la muerte de Aod..
Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de Canaán, el cual reinó en Asor: y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, y él habitaba en Haroseth de las Gentes..
Y los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél tenía nuevecientos carros herrados: y había afligido en gran manera a los hijos de Israel por veinte años..
Y gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidoth:.
La cual Débora habitaba debajo de una palma entre Rama y Beth-el, en el monte de Ephraim: y los hijos de Israel subían a ella a juicio..
Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Nephtalí, y díjole: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, y haz gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de los hijos de Nephtalí, y de los hijos de Zabulón:.
Y yo atraeré a ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y entregarelo en tus manos?.
Y Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré: pero si no fueres conmigo, no iré..
Y ella dijo: Iré contigo; mas no será tu honra en el camino que vas; porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora fue con Barac a Cedes..
Y juntó Barac a Zabulón y a Nephtalí en Cedes, y subió con diez mil hombres a su mando, y Débora subió con él..
Y Heber Cineo, de los hijos de Hobab suegro de Moisés, se había apartado de los Cineos, y puesto su tienda hasta el valle de Zaananim, que está junto a Cedes..
Vinieron pues las nuevas a Sísara como Barac hijo de Abinoam había subido al monte de Tabor..
Y reunió Sísara todos sus carros, nuevecientos carros herrados, con todo el pueblo que con él estaba, desde Haroseth de las Gentes hasta el arroyo de Cisón..
Entonces Débora dijo a Barac: Levántate; porque este es el día en que Jehová ha entregado a Sísara en tus manos: ¿No ha salido Jehová delante de ti? Y Barac descendió del monte de Tabor, y diez mil hombres en pos de él..
Y Jehová desbarató a Sísara, y a todos sus carros y a todo su ejército, a filo de espada delante de Barac: y Sísara descendió del carro, y huyó a pie..
Mas Barac siguió los carros y el ejército hasta Haroseth de las Gentes, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada hasta no quedar ni uno..
Y Sísara se acogió a pie a la tienda de Jael mujer de Heber Cineo; porque había paz entre Jabín rey de Asor y la casa de Heber Cineo..
Y saliendo Jael a recibir a Sísara, díjole: Ven, señor mío, ven a mi, no tengas temor. Y él vino a ella a la tienda, y ella le cubrió con una manta..
Y él le dijo: Ruégote me des a beber una poca de agua, que tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y diole de beber, y tornole a cubrir..
Y él le dijo: Estate a la puerta de la tienda, y si alguien viniere, y te preguntare, diciendo: ¿Hay aquí alguno? Tú responderás que no..
Y Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, vino a él calladamente, y metiole la estaca por las sienes, y enclavolo en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió..
Y siguiendo Barac a Sísara, Jael salió a recibirlo, y díjole: Ven, y te mostraré al varón que tú buscas. Y él entró donde ella estaba, y he aquí Sísara yacía muerto con la estaca por la sien..
Así abatió Dios aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel..
Y la mano de los hijos de Israel comenzó a crecer y a fortificarse contra Jabín rey de Canaán, hasta que lo destruyeron..