Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se dirige a nosotros, creados a su imagen y semejanza, y esto lo hace a través de las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Sagrada Biblia está escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. Nosotros disponemos del libre albedrío para leerla y asimilar toda la sapiencia que reside en sus palabras. En el capítulo 7 del Jueces del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras están resguardadas porciones de bondad y sabiduría que el Padre regaló a los seres humanos para que así ellos llegaran a acercarse a Él.
El Jueces del Nuevo Testamento dispone de 21 capítulos. Aquí es posible leer e interiorizar aquello que Dios Nuestro Señor se propuso mostrarnos en el capítulo 7. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 7 del Jueces está dividido en 25 versículos. Así es más fácil leer y aprender de memoria la palabra del Señor, para que esté contigo siempre y te sirva para no perder el rumbo de tu vida.
Nuestro Padre Todopoderoso no nos deja nunca solos, es un padre bueno que nos aconseja. Ese fue el motivo por el cual nos brindó su palabra que nos inspira y sirve de antorcha en los instantes más tenebrosos. En el capítulo 7 del Jueces del Nuevo Testamento encontrarás sin lugar a dudas la respuesta a gran cantidad de dilemas que puedan aparecer en la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con el Altísimo, el hecho de leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y dominar profundamente los 25 versículos del capítulo 7 del Jueces te será extremadamente útil. De este modo podrás tener siempre presente en tus rezos cuál es la palabra de Dios.
Levantándose pues de mañana Jerobaal, el cual es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, asentaron el campo junto a la fuente de Harod: y tenía el campo de los Madianitas al norte, de la otra parte del collado de More, en el valle..
Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo dé a los Madianitas en su mano: porque no se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado..
Haz pues ahora pregonar, que lo oiga el pueblo, diciendo: El que teme y se estremece, madrugue y vuélvase desde el monte de Galaad. Y volviéronse de los del pueblo veintidós mil: y quedaron diez mil..
Y Jehová dijo a Gedeón: Aun es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí yo te los probaré; y del que yo te dijere: Vaya este contigo, vaya contigo: mas de cualquiera que yo te dijere: Este no vaya contigo, el tal no vaya..
Entonces llevó el pueblo a las aguas: y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, aquél pondrás aparte; asimismo cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber..
Y fue el número de los que lamieron las aguas, llegándola con la mano a la boca, trescientos hombres: y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas..
Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los Madianitas en tus manos: y váyase toda la gente cada uno a su lugar..
Y tomada provisión para el pueblo en sus manos, y sus bocinas, envió a todos los Israelitas cada uno a su tienda, y retuvo a aquellos trescientos hombres: y tenía el campo de Madián abajo en el valle..
Y aconteció que aquella noche Jehová le dijo: Levántate, y desciende al campo; porque yo lo he entregado en tus manos..
Y si tienes temor de descender, baja tú con Phara tu criado al campo,.
Y oirás lo que hablan; y entonces tus manos se esforzarán, y descenderás al campo. Y él descendió con Phara su criado al principio de la gente de armas que estaba en el campo..
Y Madián, y Amalec, y todos los orientales, estaban tendidos en el valle como langostas en muchedumbre, y sus camellos eran innumerables, como la arena que está a la ribera de la mar en multitud..
Y luego que llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando a su compañero un sueño, diciendo: He aquí yo soñé un sueño: que veía un pan de cebada que rodaba hasta el campo de Madián, y llegaba a las tiendas, y las hería de tal manera que caían, y las trastornaba de arriba abajo, y las tiendas caían..
Y su compañero respondió, y dijo: Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joas, varón de Israel: Dios ha entregado en sus manos a los Madianitas con todo el campo..
Y como Gedeón oyó la historia del sueño y su interpretación, adoró; y vuelto al campo de Israel, dijo: Levantaos, que Jehová ha entregado el campo de Madián en vuestras manos..
Y repartiendo los trescientos hombres en tres escuadrones, dio a cada uno de ellos bocinas en sus manos, y cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros..
Y díjoles: Miradme a mí, y haced como yo hiciere; he aquí que cuando yo llegare al principio del campo, como yo hiciere, así haréis vosotros..
Yo tocaré la bocina y todos los que estarán conmigo; y vosotros tocaréis entonces las bocinas alrededor de todo el campo, y diréis: ¡Por Jehová y Gedeón!.
Llegó pues Gedeón, y los cien hombres que llevaba consigo, al principio del campo, a la entrada de la vela del medio, cuando acababan de renovar las centinelas; y tocaron las bocinas, y quebraron los cántaros que llevaban en sus manos:.
Y los tres escuadrones tocaron las bocinas, y quebrando los cántaros tomaron en las manos izquierdas las teas, y en las derechas los cuernos con que tañían, y dieron grita: ¡La espada de Jehová y de Gedeón!.
Y estuviéronse en sus lugares en derredor del campo: y todo el campo fue alborotado, y huyeron gritando..
Mas los trescientos tocaban las bocinas: y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campo. Y el ejército huyó hasta Beth-sitta, hacia Cerera, y hasta el término de Abel-mehola en Tabbat..
Y juntándose los de Israel, de Nephtalí, y de Aser, y de todo Manasés, siguieron a los Madianitas..
Gedeón también envió mensajeros a todo el monte de Ephraim, diciendo: Descended al encuentro de los Madianitas, y tomadles las aguas hasta Beth-bara y el Jordán. Y juntos todos los hombres de Ephraim, tomaron las aguas de Beth-bara y el Jordán..
Y tomaron dos príncipes de los Madianitas, Oreb y Zeeb: y mataron a Oreb en la peña de Oreb, y a Zeeb lo mataron en el lagar de Zeeb: y después que siguieron a los Madianitas, trajeron las cabezas de Oreb y de Zeeb a Gedeón de la otra parte del Jordán..