Levítico Capítulo 12

Dios habla con nosotros, sus hijos, y lo hace a través de las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Sagrada Biblia es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y entender toda la bondad y sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 12 del Levítico del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia podemos encontrar encerradas píldoras de conocimiento que Dios Padre otorgó a los seres humanos con el objetivo de que ellos tuvieran la capacidad de estar junto a Él.

El Levítico del Nuevo Testamento dispone de 27 capítulos. Ahora te ofrecemos la posibilidad de leer y aprehender lo que Dios Nuestro Señor deseó enseñarnos en el capítulo 12. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 12 del Levítico se halla fraccionado en 8 versículos. Así es más fácil leer y memorizar la palabra Dios Todopoderoso, para que vaya contigo siempre y te sirva de brújula en la vida.

Nuestro Padre que todo lo puede es quien jamás nos abandonará a pesar de las circunstancias, es un padre compasivo que nos orienta. Por ese motivo nos regaló su palabra que nos inspira y sirve de luz en los trances más oscuros. En el capítulo 12 del Levítico del Nuevo Testamento podrás encontrar sin dudarlo la respuesta a muchos de los interrogantes que de pronto aparecen a lo largo de la vida. En el inicio de tu diálogo con el Padre, leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y conocer profundamente los 8 versículos del capítulo 12 del Levítico te será muy útil. De esta manera tendrás siempre presente en tus oraciones cuál es el mandato de Dios Padre que está en los Cielos.

Versículos del capítulo 12 del libro Levítico

Y habló Jehová a Moisés, diciendo:.

Habla a los hijos de Israel, diciendo: La mujer cuando concibiere y pariere varón, será inmunda siete días; conforme a los días que está separada por su menstruo, será inmunda..

Y al octavo día circuncidará la carne de su prepucio..

Mas ella permanecerá treinta y tres días en la sangre de su purgación: ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta que sean cumplidos los días de su purgación..

Y si pariere hembra será inmunda dos semanas, conforme a su separación, y sesenta y seis días estará purificándose de su sangre..

Y cuando los días de su purgación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo del testimonio, al sacerdote:.

Y él ofrecerá delante de Jehová, y hará expiación por ella, y será limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley de la que pariere varón o hembra..

Y si no alcanzare su mano lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto, y otro para expiación: y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia..