Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se nos revela a nosotros, que somos fruto de su Creación, y nos habla mediante la Biblia. En ella se encuentra escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. En nuestra disposición está leerla y asimilar toda la sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 17 del Levítico del Nuevo Testamento de la Biblia se encuentran escondidas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que Dios Nuestro Señor otorgó a sus hijos e hijas para que ellos llegaran a estar cerca de Él.
El Levítico del Nuevo Testamento consta de 27 capítulos. Ahora en cristianismo.info es posible leer aquello que Dios Todopoderoso se propuso enseñarnos en el capítulo 17. Para una mejor lectura y comprensión el capítulo 17 del Levítico está fraccionado en 16 versículos. De este modo es más simple leer y memorizar la palabra Dios que está en los Cielos, de forma que vaya contigo siempre y te sirva de orientación y guía.
Dios Nuestro Señor nunca nos abandona, es un padre bueno que nos guía. Ese fue el motivo por el cual nos dió su palabra que nos ilumina y sirve de fanal en los instantes más oscuros. En el capítulo 17 del Levítico del Nuevo Testamento hallarás sin lugar a dudas la respuesta a muchas de las cuestiones que puedan aparecer en la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Altísimo, leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y dominar en profundidad los 16 versículos del capítulo 17 del Levítico te será de mucha ayuda. De esta forma podrás tener siempre presente en tus plegarias cuál es el mandato de Dios.
Y habló Jehová a Moisés, diciendo:.
Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: Esto es lo que ha mandado Jehová, diciendo:.
Cualquier varón de la casa de Israel que degollare buey, o cordero, o cabra, en el real, o fuera del real,.
Y no lo trajere a la puerta del tabernáculo del testimonio, para ofrecer ofrenda a Jehová delante del tabernáculo de Jehová, sangre será imputada al tal varón: sangre derramó; cortado será el tal varón de entre su pueblo:.
A fin de que traigan los hijos de Israel sus sacrificios, los que sacrifican sobre la haz del campo, para que los traigan a Jehová a la puerta del tabernáculo del testimonio al sacerdote, y sacrifiquen ellos sacrificios de paces a Jehová..
Y el sacerdote esparcirá la sangre sobre el altar de Jehová, a la puerta del tabernáculo del testimonio, y quemará el sebo en olor de suavidad a Jehová..
Y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios, tras de los cuales han fornicado: tendrán esto por estatuto perpetuo por sus edades..
Les dirás también: Cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre vosotros, que ofreciere holocausto o sacrificio,.
Y no lo trajere a la puerta del tabernáculo del testimonio, para hacerlo a Jehová, el tal varón será igualmente cortado de sus pueblos..
Y cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, y le cortaré de entre su pueblo..
Porque la vida de la carne en la sangre está: y yo os la he dado para expiar vuestras personas sobre el altar: por lo cual la misma sangre expiará la persona..
Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que peregrina entre vosotros comerá sangre..
Y cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que cogiere caza de animal o de ave que sea de comer, derramará su sangre y cubrirala con tierra:.
Porque el alma de toda carne, su vida, está en su sangre: por tanto he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado..
Y cualquiera persona que comiere cosa mortecina o despedazada por fiera, así de los naturales como de los extranjeros, lavará sus vestidos y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la tarde; y se limpiará..
Y si no los lavare, ni lavare su carne, llevará su iniquidad..