Levítico Capítulo 27

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se dirige a nosotros, que somos fruto de su Creación, y nos habla gracias a los textos sagrados recogidos en La Biblia. En ella está escrita su palabra y sus lecciones para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y entender toda la sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 27 del Levítico del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras se encuentran escondidas perlas de sabiduría que el Padre otorgó a sus hijos e hijas para que así ellos tuvieran la capacidad de estar al lado de Él.

El Levítico del Nuevo Testamento está formado por 27 capítulos. En esta web te ofrecemos la posibilidad de leer aquello que Dios Nuestro Señor deseó revelarnos en el capítulo 27. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 27 del Levítico está dividido en 34 versículos. De este modo es más simple leer y aprender de memoria la palabra Dios que está en los Cielos, de forma que esté contigo siempre y te sirva para no perder el rumbo de tu vida.

Nuestro Padre, Dios Todopoderoso no nos deja nunca solos, es un padre misericordioso que nos orienta. Por ese motivo nos obsequió con su palabra que nos ilumina y sirve de fanal en los momentos más oscuros. En el capítulo 27 del Levítico del Nuevo Testamento hallarás con toda seguridad la respuesta a gran cantidad de dilemas que te puedan surgir durante la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Creador, el hecho de leer su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y dominar en profundidad los 34 versículos del capítulo 27 del Levítico te será extremadamente útil. De esta forma podrás tener siempre presente en tus oraciones en qué consiste la palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 27 del libro Levítico

Y habló Jehová a Moisés, diciendo:.

Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando alguno hiciere especial voto a Jehová, según la estimación de las personas que se hayan de redimir, así será tu estimación:.

En cuanto al varón de veinte años hasta sesenta, tu estimación será cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario..

Y si fuere hembra, la estimación será treinta siclos..

Y si fuere de cinco años hasta veinte, tu estimación será respecto al varón veinte siclos, y a la hembra diez siclos..

Y si fuere de un mes hasta cinco años, tu estimación será en orden al varón, cinco siclos de plata; y por la hembra será tu estimación tres siclos de plata..

Mas si fuere de sesenta años arriba, por el varón tu estimación será quince siclos, y por la hembra diez siclos..

Pero si fuere más pobre que tu estimación, entonces comparecerá ante el sacerdote, y el sacerdote le pondrá tasa: conforme a la facultad del votante le impondrá tasa el sacerdote..

Y si fuere animal de que se ofrece ofrenda a Jehová, todo lo que se diere de el a Jehová será santo..

No será mudado ni trocado, bueno por malo, ni malo por bueno; y si se permutare un animal por otro, él y el dado por él en cambio serán sagrados..

Y si fuere algún animal inmundo, de que no se ofrece ofrenda a Jehová, entonces el animal será puesto delante del sacerdote:.

Y el sacerdote lo apreciará, sea bueno o sea malo; conforme a la estimación del sacerdote, así será..

Y si lo hubieren de redimir, añadirán su quinto sobre tu valuación..

Y cuando alguno santificare su casa consagrándola a Jehová, la apreciará el sacerdote, sea buena o sea mala: según la apreciare el sacerdote, así quedará..

Mas si el santificante redimiere su casa, añadirá a tu valuación el quinto del dinero de ella, y será suya..

Y si alguno santificare de la tierra de su posesión a Jehová, tu estimación será conforme a su sembradura: un omer de sembradura de cebada se apreciará en cincuenta siclos de plata..

Y si santificare su tierra desde el año del jubileo, conforme a tu estimación quedará..

Mas si después del jubileo santificare su tierra, entonces el sacerdote hará la cuenta del dinero conforme a los años que quedaren hasta el año del jubileo, y se rebajará de tu estimación..

Y si el que santificó la tierra quisiere redimirla, añadirá a tu estimación el quinto del dinero de ella, y quedarase para él..

Mas si él no redimiere la tierra, y la tierra se vendiere a otro, no la redimirá más;.

Sino que cuando saliere en el jubileo, la tierra será santa a Jehová, como tierra consagrada: la posesión de ella será del sacerdote..

Y si santificare alguno a Jehová la tierra que él compró, que no era de la tierra de su herencia,.

Entonces el sacerdote calculará con él la suma de tu estimación hasta el año del jubileo, y aquel día dará tu señalado precio, cosa consagrada a Jehová..

En el año del jubileo, volverá la tierra a aquél de quien él la compró, cuya es la herencia de la tierra..

Y todo lo que apreciares será conforme al siclo del santuario: el siclo tiene veinte óbolos..

Empero el primogénito de los animales, que por la primogenitura es de Jehová, nadie lo santificará; sea buey u oveja, de Jehová es..

Mas si fuere de los animales inmundos, lo redimirán conforme a tu estimación, y añadirán sobre ella su quinto: y si no lo redimieren, se venderá conforme a tu estimación..

Pero ninguna cosa consagrada, que alguno hubiere santificado a Jehová de todo lo que tuviere, de hombres y animales, y de las tierras de su posesión, no se venderá, ni se redimirá: todo lo consagrado será cosa santísima a Jehová..

Cualquier anatema (cosa consagrada) de hombres que se consagrare no será redimido: indefectiblemente ha de ser muerto..

Y todas las décimas de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová son: es cosa consagrada a Jehová..

Y si alguno quisiere redimir algo de sus décimas, añadirá su quinto a ello..

Y toda décima de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, la décima será consagrada a Jehová..

No mirará si es bueno o malo, ni lo trocará: y si lo trocare, ello y su trueque serán cosas sagradas; no se redimirá..

Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés, para los hijos de Israel, en el monte de Sinaí..