Lucas Capítulo 15

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se nos revela a nosotros, que somos sus hijos, y esto lo hace por medio de la Biblia. En ella está escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. En nuestra mano está leerla y entender toda la sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 15 del Lucas del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia se hallan confinadas porciones de bondad y sabiduría que Dios Nuestro Señor regaló a los hombres para que ellos pudieran aproximarse a Él.

El Lucas del Nuevo Testamento consta de 24 capítulos. Ahora tienes la posibilidad de leer y aprender aquello que Dios Nuestro Señor deseó enseñarnos en el capítulo 15. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 15 del Lucas se encuentra dividido en 32 versículos. De esta manera es más sencillo leer y aprender de memoria la palabra de Dios, de modo que te acompañe siempre y te sirva como una luz en tu camino.

Nuestro Padre, Dios Todopoderoso jamás nos deja solos, es un padre bondadoso que nos guía. Ese fue el motivo por el cual nos proporcionó su palabra que nos alumbra y sirve de Estrella Polar en los periodos más oscuros. En el capítulo 15 del Lucas del Nuevo Testamento encontrarás con toda seguridad la solución a gran cantidad de dilemas que de pronto aparecen durante la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con Nuestro Señor, haber leído su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y entender en profundidad los 32 versículos del capítulo 15 del Lucas te será extremadamente útil. De esta manera podrás tener siempre presente en tus rezos cuál es el mandato de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 15 del libro Lucas

Y se llegaban a Él todos los publicanos y pecadores a oírle..

Y murmuraban los Fariseos y los escribas, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come..

Y Él les propuso esta parábola, diciendo:.

¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si perdiere una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va a la que se perdió, hasta que la halle?.

Y hallada, la pone sobre sus hombros gozoso;.

Y viniendo a casa, junta a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: Dadme el parabién, porque he hallado mi oveja que se había perdido..

Os digo, que así habrá más gozo en el cielo de un pecador que se arrepiente, que de noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentimiento..

¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si perdiere una dracma, no enciende el candil, y barre la casa, y busca con diligencia hasta hallarla?.

Y cuando la hubiere hallado, junta las amigas y las vecinas, diciendo: Dadme el parabién, porque he hallado la dracma que había perdido..

Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente..

Y dijo: Un hombre tenía dos hijos;.

Y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la hacienda que me pertenece: y les repartió la hacienda..

Y no muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, partió lejos a una provincia apartada; y allí desperdició su hacienda viviendo perdidamente..

Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una grande hambre en aquella provincia, y comenzole a faltar..

Y fue y se llegó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase los puercos..

Y deseaba henchir su vientre de las algarrobas que comían los puercos; mas nadie se las daba..

Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!.

Me levantaré, e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti;.

Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros..

Y levantándose, vino a su padre. Y como aun estuviese lejos, violo su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y echose sobre su cuello, y besole..

Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo, y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo..

Mas el padre dijo a sus siervos: Sacad el principal vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y zapatos en sus pies..

Y traed el becerro grueso, y matadlo, y comamos, y hagamos fiesta:.

Porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; habíase perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse..

Y su hijo el mayor estaba en el campo; el cual como vino, y llegó cerca de casa, oyó la sinfonía y las danzas;.

Y llamando a uno de los criados, preguntole qué era aquello..

Y Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha muerto el becerro grueso, por haberle recibido salvo..

Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase..

Mas Él respondiendo, dijo al padre: He aquí tantos años te sirvo, no habiendo traspasado jamás tu mandamiento, y nunca me has dado un cabrito para gozarme con mis amigos:.

Mas cuando vino éste tu hijo, que ha consumido tu hacienda con rameras, has matado para Él el becerro grueso..

Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas..

Mas era menester hacer fiesta y holgar nos, porque este tu hermano muerto era, y ha revivido; habíase perdido, y es hallado..