Lucas Capítulo 6

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se comunica con nosotros, que somos sus hijos, y esto lo hace a través de la Biblia. En la Biblia podemos encontrar escrita su palabra y sus conocimientos para la humanidad. En nuestra disposición está leerla y recibir toda la sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 6 del Lucas del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia se hallan encerradas porciones de bondad y sabiduría que Dios regaló a los seres humanos con el objetivo de que ellos tuvieran la capacidad de acercarse a Él.

El Lucas del Nuevo Testamento está formado por 24 capítulos. En nuestra web tienes la posibilidad de leer y aprender aquello que Dios Nuestro Señor se propuso enseñarnos en el capítulo 6. De modo que sea más fácil leerlo, analizarlo y comprenderlo el capítulo 6 del Lucas está fraccionado en 49 versículos. De esta forma es más fácil leer y aprender de memoria la palabra de Dios, de forma que vaya contigo siempre y te sirva de orientación y guía.

Dios Nuestro Señor es quien jamás nos abandonará a pesar de las circunstancias, es un padre justo que nos aconseja. Por ese motivo nos regaló su palabra que nos ilumina y sirve de fanal en los instantes más sombríos. En el capítulo 6 del Lucas del Nuevo Testamento descubrirás sin dudarlo la clave a gran cantidad de dilemas que a menudo se manifiestan durante la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con Dios, el hecho de leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y dominar en profundidad los 49 versículos del capítulo 6 del Lucas te será de mucha utilidad. Así tendrás siempre presente en tus rezos cuál es la palabra de Dios Padre que está en los Cielos.

Versículos del capítulo 6 del libro Lucas

Y aconteció que pasando Él por los sembrados en un sábado segundo del primero, sus discípulos arrancaban espigas, y comían, restregándolas con las manos..

Y algunos de los Fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los sábados?.

Y respondiendo Jesús les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, qué hizo David cuando tuvo hambre, Él, y los que con Él estaban;.

Cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, y comió, y dio también a los que estaban con Él, los cuales no era lícito comer, sino a solos los sacerdotes?.

Y les decía. El Hijo del hombre es Señor aun del sábado..

Y aconteció también en otro sábado, que Él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía la mano derecha seca..

Y le acechaban los escribas y los Fariseos, si sanaría en sábado, por hallar de qué le acusasen..

Mas Él sabía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y Él levantándose, se puso en pie..

Entonces Jesús les dice: Os preguntaré un cosa: ¿Es lícito en sábados hacer bien, o hacer mal? ¿salvar la vida, o quitarla?.

Y mirándolos a todos alrededor, dice al hombre: Extiende tu mano. Y Él lo hizo así, y su mano fue restaurada..

Y ellos se llenaron de rabia; y hablaban los unos a los otros qué harían a Jesús..

Y aconteció en aquellos días, que fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios..

Y como fue de día, llamó a sus discípulos, y escogió doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:.

A Simón, al cual también llamó Pedro, y a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé,.

Mateo y Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón el que se llama Celador,.

Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que también fue el traidor..

Y descendió con ellos, y se paró en un lugar llano, y la compañía de sus discípulos, y una grande multitud de pueblo de toda Judea y de Jerusalem, y de la costa de Tiro y de Sidón, que habían venido a oírle, y para ser sanados de sus enfermedades;.

Y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos: y estaban curados..

Y toda la gente procuraba tocarle; porque salía de Él virtud, y sanaba a todos..

Y alzando Él los ojos a sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres; porque vuestro es el reino de Dios..

Bienaventurados los que ahora tenéis hambre; porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis..

Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de sí, y os denostaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por el Hijo del hombre..

Gozaos en aquel día, y alegraos; porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres a los profetas..

Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque tenéis vuestro consuelo..

¡Ay de vosotros, los que estáis hartos! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis..

¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres dijeren bien de vosotros! porque así hacían sus padres a los falsos profetas..

Mas a vosotros los que oís, digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen;.

Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian..

Y al que te hiriere en la mejilla, dale también la otra; y al que te quitare la capa, ni aun el sayo le defiendas..

Y a cualquiera que te pidiere, da; y al que tomare lo que es tuyo, no vuelvas a pedir..

Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros:.

Porque si amáis a los que os aman, ¿qué gracias tendréis? porque también los pecadores aman a los que los aman..

Y si hiciereis bien a los que os hacen bien, ¿qué gracias tendréis? porque también los pecadores hacen lo mismo..

Y si prestareis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué gracias tendréis? porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto..

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo: porque Él es benigno para con los ingratos y malos..

Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso..

No juzguéis, y no seréis juzgados: no condenéis, y no seréis condenados: perdonad, y seréis perdonados..

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida, y rebosando darán en vuestro seno: porque con la misma medida que midiereis, os será vuelto a medir..

Y les decía una parábola: ¿Puede el ciego guiar al ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?.

El discípulo no es sobre su maestro; mas cualquiera que fuere como el maestro, será perfecto..

¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y la viga que está en tu propio ojo no consideras?.

¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, deja, echaré fuera la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga, que está en tu ojo? Hipócrita, echa primero fuera de tu ojo la viga, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano..

Porque no es buen árbol el que da malos frutos; ni árbol malo el que da buen fruto..

Porque cada árbol por su fruto es conocido: que no cogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de las zarzas..

El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca..

¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que digo?.

Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras, y las hace, os enseñaré a quién es semejante:.

Semejante es al hombre que edifica una casa, el cual cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre la peña; y cuando vino una avenida, el río dio con ímpetu en aquella casa, mas no la pudo menear: porque estaba fundada sobre la peña..

Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; en la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó; y fue grande la ruina de aquella casa..