Mateo Capítulo 25

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos nos habla a nosotros, que somos fruto de su Creación, y lo hace mediante la Sagrada Biblia. En ella es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus lecciones para la humanidad. Nosotros disponemos del libre albedrío para leerla y captar toda la sabiduría que reside en sus palabras. En el capítulo 25 del Mateo del Nuevo Testamento de la Biblia están escondidas auténticas dosis de conocimiento y bondad que Dios Padre obsequió a los seres humanos con el objetivo de que ellos llegaran a acercarse a Él.

El Mateo del Nuevo Testamento se compone de 28 capítulos. Ahora en nuestra web puedes leer e interiorizar aquello que Dios Nuestro Señor se propuso enseñarnos en el capítulo 25. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 25 del Mateo se halla fraccionado en 46 versículos. De esta forma es más simple leer y retener en la memoria la palabra del Padre, de modo que te acompañe siempre y te sirva de orientación y guía.

Dios Nuestro Señor no nos deja nunca solos, es un padre bondadoso que nos orienta. Por eso nos dió su palabra que nos inspira y sirve de faro en los momentos más oscuros. En el capítulo 25 del Mateo del Nuevo Testamento hallarás sin lugar a dudas la respuesta a muchos de los interrogantes que de pronto aparecen durante la vida. Al principio de tu diálogo con el Creador, el hecho de leer su palabra escrita en la Biblia, y entender profundamente los 46 versículos del capítulo 25 del Mateo te será extremadamente útil. Así podrás tener siempre presente en tus rezos cuál es la verdadera palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 25 del libro Mateo

Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo..

Y las cinco de ellas eran prudentes, y las cinco fatuas..

Las que eran fatuas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;.

Mas las prudentes tomaron aceite en sus vasos, juntamente con sus lámparas..

Y tardándose el esposo, cabecearon todas, y se durmieron..

Y a la media noche fue oído un clamor: He aquí, el esposo viene; salid a recibirle..

Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y aderezaron sus lámparas..

Y las fatuas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan..

Mas las prudentes respondieron, diciendo. Porque no nos falte a nosotras y a vosotras, id antes a los que venden, y comprad para vosotras..

Y mientras que ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban apercibidas, entraron con Él a las bodas; y se cerró la puerta..

Y después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: Señor, Señor, ábrenos..

Mas respondiendo Él, dijo: De cierto os digo, que no os conozco..

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir..

Porque el reino de los cielos es como un hombre que partiéndose lejos llamó a sus siervos, y les entregó sus bienes..

Y a éste dio cinco talentos, y al otro dos, y al otro uno: a cada uno conforme a su facultad; y luego se partió lejos..

Y el que había recibido cinco talentos se fue, y granjeó con ellos, e hizo otros cinco talentos..

Asimismo el que había recibido dos, ganó también Él otros dos..

Mas el que había recibido uno, fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor..

Y después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos, e hizo cuentas con ellos..

Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí otros cinco talentos he ganado sobre ellos..

Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor..

Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí otros dos talentos he ganado sobre ellos..

Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor..

Y llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y recoges donde no esparciste;.

Y tuve miedo, y fui, y escondí tu talento en la tierra: he aquí tienes lo que es tuyo..

Y respondiendo su señor, le dijo: Malo y negligente siervo, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí;.

Por tanto te convenía dar mi dinero a los banqueros, y viniendo yo, hubiera recibido lo que es mío con usura..

Quitadle pues el talento, y dadlo al que tiene diez talentos..

Porque a cualquiera que tuviere, le será dado, y tendrá más; y al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado..

Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes..

Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con Él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria..

Y serán reunidas delante de Él todas las gentes: y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos..

Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a la izquierda..

Entonces el Rey dirá a los que estarán a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo..

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui huésped, y me recogisteis;.

Desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí..

Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿ó sediento, y te dimos de beber?.

¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿ó desnudo, y te cubrimos?.

¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?.

Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis..

Entonces dirá también a los que estarán a la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles:.

Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;.

Fui huésped, y no me recogisteis; desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis..

Entonces también ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o huésped, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?.

Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos pequeñitos, ni a mí lo hicisteis..

E irán éstos al tormento eterno, y los justos a la vida eterna..