Dios habla con nosotros, que somos sus hijos, y nos habla gracias a los textos sagrados recogidos en La Biblia. En ella es donde se encuentra escrita su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros depende leerla y asimilar toda la sapiencia que se halla en sus palabras. En el capítulo 28 del Mateo del Nuevo Testamento de la Biblia es posible hallar confinadas porciones de bondad y sabiduría que Dios regaló a sus hijos con el objetivo de que ellos pudieran estar al lado de Él.
El Mateo del Nuevo Testamento se compone de 28 capítulos. Ahora tienes la posibilidad de leer aquello que Dios Nuestro Señor quiso enseñarnos en el capítulo 28. Para que sea más fácil leerlo y comprenderlo el capítulo 28 del Mateo está fraccionado en 20 versículos. Así es más fácil leer y retener en la memoria la palabra Dios Todopoderoso, de modo que te acompañe siempre y te sirva de guía.
Dios Nuestro Señor es quien jamás nos abandonará a pesar de las circunstancias, es un padre misericordioso que nos guía. Ese fue el motivo por el cual nos obsequió con su palabra que nos orienta y sirve de antorcha en los periodos más oscuros. En el capítulo 28 del Mateo del Nuevo Testamento podrás encontrar sin duda la respuesta a muchas de las preguntas que te puedan surgir durante la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con Dios, haber leído su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y conocer profundamente los 20 versículos del capítulo 28 del Mateo te será de gran ayuda. De este modo tendrás siempre presente en tus oraciones en qué consiste el mandato de Dios Padre que está en los Cielos.
Y la víspera de sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro..
Y he aquí, fue hecho un gran terremoto: porque el ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, había revuelto la piedra, y estaba sentado sobre ella..
Y su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve..
Y de miedo de Él los guardas se asombraron, y fueron vueltos como muertos..
Y respondiendo el ángel, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, que fue crucificado..
No está aquí; porque ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor..
E id presto, decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos: y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis; he aquí, os lo he dicho..
Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a sus discípulos,.
He aquí, Jesús les sale al encuentro, diciendo: Salve. Y ellas se llegaron y abrazaron sus pies, y le adoraron..
Entonces Jesús les dice: No temáis: id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán..
Y yendo ellas, he aquí unos de la guardia vinieron a la ciudad, y dieron aviso a los príncipes de los sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido..
Y juntados con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados,.
Diciendo: Decid: Sus discípulos vinieron de noche, y le hurtaron, durmiendo nosotros..
Y si esto fuere oído del presidente, nosotros le persuadiremos, y os haremos seguros..
Y ellos, tomando el dinero, hicieron como estaban instruidos: y este dicho fue divulgado entre los Judíos hasta el día de hoy..
Mas los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado..
Y como le vieron, le adoraron: mas algunos dudaban..
Y llegando Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra..
Por tanto, id, y doctrinad a todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo:.
Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén..