Nehemías Capítulo 1

Dios, Nuestro Señor se dirige a nosotros, sus hijos creados a su imagen y semejanza, y nos habla a través de la Sagrada Biblia. En la Sagrada Biblia está escrita su doctrina y sus lecciones para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y comprender toda la bondad y sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 1 del Nehemías del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia se encuentran encerradas píldoras de conocimiento que Dios Creador regaló a los hombres con el objetivo de que ellos tuvieran la capacidad de acercarse a Él.

El Nehemías del Nuevo Testamento dispone de 13 capítulos. Ahora en nuestra web te ofrecemos la posibilidad de leer aquello que Dios se propuso enseñarnos en el capítulo 1. De modo que sea más fácil leerlo, analizarlo y comprenderlo el capítulo 1 del Nehemías se halla dividido en 11 versículos. De esta forma es más fácil leer y recordar la palabra del Padre, para que esté a tu lado siempre y te sirva de guía.

Nuestro Padre Bondadoso es quien jamás nos abandonará a pesar de las circunstancias, es un padre bueno que nos aconseja. Ese fue el motivo por el cual nos regaló su palabra que nos inspira y sirve de faro en los momentos más oscuros. En el capítulo 1 del Nehemías del Nuevo Testamento hallarás sin duda la clave a muchas de las dudas que puedan aparecer a lo largo de la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con el Altísimo, el hecho de leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y comprender profundamente los 11 versículos del capítulo 1 del Nehemías te será extremadamente útil. Así podrás tener siempre presente en tus rezos cuál es la palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 1 del libro Nehemías

Palabras de Nehemías, hijo de Hachâlías. Y acaeció en el mes de Chisleu, en el año veinte, estando yo en Susán, capital del reino,.

Que vino Hanani, uno de mis hermanos, él y ciertos varones de Judá, y pregunteles por los Judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalem..

Y dijéronme: El residuo, los que quedaron de la cautividad allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalem derribado, y sus puertas quemadas a fuego..

Y fue que, como yo oí estas palabras, senteme y lloré, y enluteme por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos..

Y dije: Ruégote, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande, y terrible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos;.

Esté ahora atento tu oído, y tus ojos abiertos, para oír la oración de tu siervo, que yo hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos contra ti cometido; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado..

En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, y estatutos y juicios, que mandaste a Moisés tu siervo..

Acuérdate ahora de la palabra que ordenaste a Moisés tu siervo, diciendo: Vosotros prevaricaréis, y yo os esparciré por los pueblos:.

Mas os volveréis a mí, y guardaréis mis mandamientos, y los pondréis por obra. Si fuere vuestro lanzamiento hasta el cabo de los cielos, de allí os juntaré; y traerlos he al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre..

Ellos pues son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran fortaleza, y con tu mano fuerte..

Ruégote, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y la oración de tus siervos, quienes desean temer tu nombre: y ahora concede hoy próspero suceso a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey..