Proverbios Capítulo 17

Dios se dirige a nosotros, sus hijos creados a su imagen y semejanza, y esto lo hace por mediación de la Biblia. En ella está escrita su doctrina y sus lecciones para la humanidad. En nuestra disposición está leerla y comprender toda la sapiencia que se halla en sus palabras. En el capítulo 17 del Proverbios del Nuevo Testamento de la Biblia podemos encontrar resguardadas píldoras de conocimiento que Dios Nuestro Señor entregó a sus hijos para que ellos pudieran estar cerca de Él.

El Proverbios del Nuevo Testamento se compone de 31 capítulos. Ahora es posible leer y aprender aquello que Dios Todopoderoso quiso mostrarnos en el capítulo 17. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 17 del Proverbios está fraccionado en 28 versículos. De este modo es más simple leer y retener en la memoria la palabra de Dios Nuestro Señor, para que así te acompañe siempre y te sirva para trazar tu rumbo.

Dios Nuestro Señor es el único que jamás nos abandona, es un padre misericordioso que nos guía. Ese fue el motivo por el cual nos dió su palabra que nos alumbra y sirve de antorcha en los instantes más tenebrosos. En el capítulo 17 del Proverbios del Nuevo Testamento descubrirás sin duda la clave a gran cantidad de dilemas que se puedan manifestar durante la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con el Altísimo, leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y dominar en profundidad los 28 versículos del capítulo 17 del Proverbios te será de gran ayuda. De esta manera podrás tener siempre presente en tus oraciones en qué consiste el mandato de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 17 del libro Proverbios

Mejor es un bocado seco, y en paz, Que la casa de contienda llena de víctimas..

El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, Y entre los hermanos partirá la herencia..

El crisol para la plata, y la hornaza para el oro: Mas Jehová prueba los corazones..

El malo está atento al labio inicuo; Y el mentiroso escucha a la lengua detractora..

El que escarnece al pobre, afrenta a su Hacedor: Y el que se alegra en la calamidad, no quedará sin castigo..

Corona de los viejos son los hijos de los hijos; Y la honra de los hijos, sus padres..

No conviene al necio la altilocuencia: ¡Cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!.

Piedra preciosa es el cohecho en ojos de sus dueños: A donde quiera que se vuelve, da prosperidad..

El que cubre la prevaricación, busca amistad: Mas el que reitera la palabra, aparta al amigo..

Aprovecha la reprensión en el entendido, Más que si cien veces hiriese en el necio..

El rebelde no busca sino mal; Y mensajero cruel será contra él enviado..

Mejor es se encuentre un hombre con una osa a la cual han robado sus cachorros, Que con un fatuo en su necedad..

El que da mal por bien, No se apartará el mal de su casa..

El que comienza la pendencia es como quien suelta las aguas: Deja pues la porfía, antes que se enmarañe..

El que justifica al impío, y el que condena al justo, Ambos a dos son abominación a Jehová..

¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría, No teniendo entendimiento?.

En todo tiempo ama el amigo; Y el hermano para la angustia es nacido..

El hombre falto de entendimiento toca la mano, Fiando a otro delante de su amigo..

La prevaricación ama el que ama pleito; Y el que alza su portada, quebrantamiento busca..

El perverso de corazón nunca hallará bien: Y el que revuelve con su lengua, caerá en mal..

El que engendra al necio, para su tristeza lo engendra: Y el padre del fatuo no se alegrará..

El corazón alegre produce buena disposición: Mas el espíritu triste seca los huesos..

El impío toma dádiva del seno Para pervertir las sendas del derecho..

En el rostro del entendido aparece la sabiduría: Mas los ojos del necio vagan hasta el cabo de la tierra..

El hijo necio es enojo a su padre, Y amargura a la que lo engendró..

Ciertamente no es bueno condenar al justo, Ni herir a los príncipes que hacen lo recto..

Detiene sus dichos el que tiene sabiduría: De prudente espíritu es el hombre entendido..

Aun el necio cuando calla, es contado por sabio: El que cierra sus labios es entendido..