Proverbios, 22:22 Versículo Bíblico

El versiculo Proverbios, 22:22 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que deberíamos tomar en todo momento en consideración para meditar en torno a él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué pretendía proponernos Dios con el versículo Proverbios, 22:22? ¿En qué ocasiones de nuestra vida cotidiana seremos capaces de llevar a la práctica aquello que hemos aprendido gracias al versículo Proverbios, 22:22 de La Sagrada Biblia?

El hecho de reflexionar sobre el versículo Proverbios, 22:22 nos es de gran ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es bueno recurrir al versículo Proverbios, 22:22 todas las veces que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.

No robes al pobre, porque es pobre, Ni quebrantes en la puerta al afligido:

Opiniones de nuestros usuarios

Luisa Mendoza Tomas

Diosito nos dejó el versículo Proverbios, 22:22 y toda la biblia para que nunca olvidemos que aunque las cosas se pongan feas, Él siempre nos cuida y nos ama. Amén.

Bernardo Rivero Alarcon

No conocía este versículo de la Biblia. Deberíamos leer más la Biblia para ser mejores personas. Ahora ya me voy a aprender el versículo Proverbios, 22:22 de memoria para siempre.

Hector Jurado Ordoñez

Siempre que me siento triste vengo aquí y escojo versículos aleatorios porque sé que un ángel guía mi mouse para que Dios me hable. Hoy me ha tocado el versículo Proverbios, 22:22. Gracias Señor por tus palabras. Amén.

Aurora Mendez Arroyo

Este versículo Proverbios, 22:22 se lo voy a mandar a mi mamá, pues ella siempre anda diciendo cosas de Diosito y pues en esto se contradice y no es verdad lo que ella dice, y creo yo que la Biblia sabe mas de Diosito que mi mama pues los que la escribieron conocieron a Diosito y mi mama pues si está mayor pero no tanto.

Mario Campos Gil

Leer el versículo Proverbios, 22:22 de la Santa Biblia es un masaje para el alma.