Proverbios Capítulo 27

Dios, Nuestro Señor habla con nosotros, sus hijos e hijas, y lo hace por mediación de las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Sagrada Biblia es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. En nuestra disposición está leerla y entender toda la bondad y sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 27 del Proverbios del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras podemos encontrar encerradas píldoras de conocimiento que Dios Creador proporcionó a los hombres con el objetivo de que ellos pudieran estar al lado de Él.

El Proverbios del Nuevo Testamento se compone de 31 capítulos. Ahora puedes leer y estudiar lo que Dios Nuestro Señor quiso revelarnos en el capítulo 27. De modo que sea más fácil leerlo, analizarlo y comprenderlo el capítulo 27 del Proverbios está fraccionado en 27 versículos. De este modo es más simple leer y memorizar la palabra de Dios, para que vaya contigo siempre y te sirva como un faro para orientarte.

Dios Nuestro Señor nunca nos abandona, es un padre bueno que nos guía. Ese fue el motivo por el cual nos regaló su palabra que nos inspira y sirve de luz en los trances más tenebrosos. En el capítulo 27 del Proverbios del Nuevo Testamento descubrirás sin duda la solución a muchas de las preguntas que puedan aparecer en la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con Nuestro Señor, haber leído su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y entender en profundidad los 27 versículos del capítulo 27 del Proverbios te será de mucha ayuda. De este modo podrás tener siempre presente en tus rezos en qué consiste el mandato de Dios.

Versículos del capítulo 27 del libro Proverbios

No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día..

Alábete el extraño, y no tu boca; El ajeno, y no tus labios..

Pesada es la piedra, y la arena pesa; Mas la ira del necio es más pesada que ambas cosas..

Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién parará delante de la envidia?.

Mejor es reprensión manifiesta Que amor oculto..

Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece..

El alma harta huella el panal de miel; Mas al alma hambrienta todo lo amargo es dulce..

Cual ave que se va de su nido, Tal es el hombre que se va de su lugar..

El ungüento y el perfume alegran el corazón: Y el amigo al hombre con el cordial consejo..

No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejano..

Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, Y tendré qué responder al que me deshonrare..

El avisado ve el mal, y escóndese, Mas los simples pasan, y llevan el daño..

Quítale su ropa al que fio al extraño; Y al que fio a la extraña, tómale prenda..

El que bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana, Por maldición se le contará..

Gotera continua en tiempo de lluvia, Y la mujer rencillosa, son semejantes:.

El que pretende contenerla, arresta el viento: O el aceite en su mano derecha..

Hierro con hierro se aguza; Y el hombre aguza el rostro de su amigo..

El que guarda la higuera, comerá su fruto; Y el que guarda a su señor, será honrado..

Como un agua se parece a otra, Así el corazón del hombre al otro..

El sepulcro y la perdición nunca se hartan: Así los ojos del hombre nunca están satisfechos..

El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro: Y al hombre la boca del que lo alaba..

Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo a pisón majados, No se quitará de él su necedad..

Considera atentamente el aspecto de tus ovejas; Pon tu corazón a tus rebaños:.

Porque las riquezas no son para siempre; ¿Y será la corona para perpetuas generaciones?.

Saldrá la grama, aparecerá la hierba, Y segaranse las hierbas de los montes..

Los corderos para tus vestidos, Y los cabritos para el precio del campo:.

Y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, y para mantenimiento de tu casa, Y para sustento de tus criadas..