Dios se comunica con nosotros, que somos sus hijos, y esto lo hace por medio de la Sagrada Biblia. En la Biblia está escrita su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. En nuestra mano está leerla y recibir toda la sapiencia que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 31 del Proverbios del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia se hallan confinadas perlas de sabiduría que el Padre entregó a los seres humanos con el objetivo de que ellos llegaran a acercarse a Él.
El Proverbios del Nuevo Testamento dispone de 31 capítulos. Ahora te ofrecemos la posibilidad de leer y aprender lo que Dios Nuestro Señor deseó revelarnos en el capítulo 31. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 31 del Proverbios se encuentra fraccionado en 31 versículos. De este modo es más fácil leer y aprender de memoria la palabra Dios Todopoderoso, de modo que vaya contigo siempre y te sirva para guiarte.
Nuestro Padre, Dios Todopoderoso no nos deja nunca solos, es un padre bondadoso que nos aconseja. Ese fue el motivo por el cual nos proporcionó su palabra que nos orienta y sirve de faro en los momentos más oscuros. En el capítulo 31 del Proverbios del Nuevo Testamento hallarás sin duda la clave a muchas de las preguntas que puedan aparecer en la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Altísimo, leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y conocer en profundidad los 31 versículos del capítulo 31 del Proverbios te será de mucha utilidad. De este modo podrás tener siempre presente en tus oraciones cuál es la palabra de Dios Padre que está en los Cielos.
Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre..
¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre? ¿Y qué, hijo de mis deseos?.
No des a las mujeres tu fuerza, Ni tus caminos a lo que es para destruir los reyes..
No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, Ni de los príncipes la cerveza..
No sea que bebiendo olviden la ley, Y perviertan el derecho de todos los hijos afligidos..
Dad la cerveza al desfallecido, Y el vino a los de amargo ánimo:.
Beban, y olvídense de su necesidad, Y de su miseria no más se acuerden..
Abre tu boca por el mudo, En el juicio de todos los hijos de muerte..
Abre tu boca, juzga justicia, Y el derecho del pobre y del menesteroso..
Mujer fuerte, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepuja largamente a la de piedras preciosas..
El corazón de su marido está en ella confiado, Y no tendrá necesidad de despojo..
Darale ella bien y no mal, Todos los días de su vida..
Buscó lana y lino, Y con voluntad labró de sus manos..
Fue como navío de mercader: Trae su pan de lejos..
Levantóse aun de noche, Y dio comida a su familia, Y ración a sus criadas..
Consideró la heredad, y comprola; Y plantó viña del fruto de sus manos..
Ciñó sus lomos de fortaleza, Y esforzó sus brazos..
Gustó que era buena su granjería: Su candela no se apagó de noche..
Aplicó sus manos al huso, Y sus manos tomaron la rueca..
Alargó su mano al pobre, Y extendió sus manos al menesteroso..
No tendrá temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles..
Ella se hizo tapices; De lino fino y púrpura es su vestido..
Conocido es su marido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra..
Hizo telas, y vendió; Y dio cintas al mercader..
Fortaleza y honor son su vestidura; Y en el día postrero reirá..
Abrió su boca con sabiduría: Y la ley de clemencia está en su lengua..
Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde..
Levantáronse sus hijos, y llamáronla bienaventurada; Y su marido también la alabó..
Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú las sobrepujaste a todas..
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada..
Dadle el fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos..