Romanos Capítulo 14

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se dirige a nosotros, sus hijos creados a su imagen y semejanza, y nos habla por medio de las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Sagrada Biblia se encuentra escrita su palabra y sus conocimientos para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y recibir toda la sapiencia que hay en sus palabras. En el capítulo 14 del Romanos del Nuevo Testamento de la Biblia podemos encontrar confinadas perlas de sabiduría que Dios concedió a los hombres con el objetivo de que ellos llegaran a estar al lado de Él.

El Romanos del Nuevo Testamento está formado por 16 capítulos. Ahora es posible leer y aprehender aquello que Nuestro Señor quiso enseñarnos en el capítulo 14. Para una mejor lectura y comprensión el capítulo 14 del Romanos se encuentra dividido en 23 versículos. Así es más fácil leer y recordar la palabra del Señor, de forma que te acompañe siempre y te sirva de brújula en la vida.

Nuestro Padre que todo lo puede es quien pase lo que pase, está siempre junto a nosotros, es un padre bondadoso que nos aconseja. Por ese motivo nos brindó su palabra que nos inspira y sirve de faro en los momentos más sombríos. En el capítulo 14 del Romanos del Nuevo Testamento podrás encontrar sin duda la respuesta a muchas de las preguntas que se puedan manifestar a lo largo de la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Creador, leer su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y dominar profundamente los 23 versículos del capítulo 14 del Romanos te será de gran utilidad. De esta forma te será posible tener siempre presente en tus plegarias en qué consiste el mandato de Dios.

Versículos del capítulo 14 del libro Romanos

Recibid al flaco en la fe, pero no para contiendas de disputas..

Porque uno cree que se ha de comer de todas cosas: otro que es débil, come legumbres..

El que come, no menosprecie al que no come: y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha levantado..

¿Tú quién eres que juzgas al siervo ajeno? para su señor está en pie, o cae: mas se afirmará; que poderoso es el Señor para afirmarle..

Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté asegurado en su ánimo..

El que hace caso del día, hácelo para el Señor: y el que no hace caso del día, no lo hace para el Señor. El que come, come para el Señor, porque da gracias a Dios; y el que no come, no come para el Señor, y da gracias a Dios..

Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí..

Que si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, o que vivamos, o que muramos, del Señor somos..

Porque Cristo para esto murió, y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven..

Mas tú ¿por qué juzgas a tu hermano? o tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? porque todos hemos de estar ante el tribunal de Cristo..

Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que a mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios..

De manera que, cada uno de nosotros dará a Dios razón de sí..

Así que, no juzguemos más los unos de los otros: antes bien juzgad de no poner tropiezo o escándalo al hermano..

Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que de suyo nada hay inmundo: mas a aquel que piensa alguna cosa ser inmunda, para Él es inmunda..

Empero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme a la caridad. No arruines con tu comida a aquél por el cual Cristo murió..

No sea pues blasfemado vuestro bien:.

Que el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el Espíritu Santo..

Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es acepto a los hombres..

Así que, sigamos lo que hace a la paz, y a la edificación de los unos a los otros..

No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias: mas malo es al hombre que come con escándalo..

Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda o sea debilitado..

¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo con lo que aprueba..

Mas el que hace diferencia, si comiere, es condenado, porque no comió por fe: y todo lo que no es de fe, es pecado..