Romanos, 3:27 Versículo Bíblico

Nos conviene tener siempre presente el versículo Romanos, 3:27 de La Santa Biblia a fin de reflexionar acerca de él.Tal vez sería adecuado preguntarse ¿Qué pretendía proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Romanos, 3:27? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestro día a día en que tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Romanos, 3:27 de La Biblia?

Discurrir y recapacitar en torno a lo que se refiere el versículo Romanos, 3:27 nos es de gran ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por eso es oportuno acudir al versículo Romanos, 3:27 todas y cada una de las veces que pueda servirnos de guía de modo que podamos saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestros corazones.

¿Dónde pues está la jactancia? Es excluida. ¿Por cuál ley? ¿de las obras? No; mas por la ley de la fe.

Opiniones de nuestros usuarios

Francisco Javier Luque Contreras

Quiero declarar mi amor por Dios nuestro Señor. Gracias Padre Todopoderoso por tus palabras en el versículo Romanos, 3:27.

Milagros Puig Fuentes

Siento que el Señor me ha hablado directamente a mi corazón con este versículo de la Biblia. Pareciera como que sabía que hoy necesitaba leer el versículo Romanos, 3:27 para lograr la inspiración y la calma en mi corazón. Dios siempre cuida de sus hijos y nunca nos abandona. Gracias Señor.

Jose Francisco Salazar Mendoza

Pues yo creo en Diosito, pero se me hace bien complicado comprender esa forma de hablar tan antigua. El versículo Romanos, 3:27 es bien complicado de entender qué quiere decir, como cuando estudiábamos poesía en el salón. Ni modo, que alguien me explique.

Mercedes Benitez Paredes

Te damos las gracias por tu infinita bondad y sabiduría, Padre. Gracias por regalarnos el versículo Romanos, 3:27. Amén.

Arturo Macias Bermudez

Hay que confiar en Dios siempre. Él nos ama y nos cuida. Quienes no comprenden el versículo Romanos, 3:27 es porque no han abierto su corazón a Dios.