Romanos Capítulo 6

Dios habla con nosotros, que somos fruto de su Creación, y nos habla por medio de la Biblia. En ella está escrita su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y asimilar toda la sapiencia que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 6 del Romanos del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras podemos encontrar escondidas píldoras de conocimiento que el Padre entregó a sus hijos e hijas para que ellos llegaran a acercarse a Él.

El Romanos del Nuevo Testamento consta de 16 capítulos. En esta web te ofrecemos la posibilidad de leer e interiorizar aquello que Dios Nuestro Señor deseó mostrarnos en el capítulo 6. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 6 del Romanos se halla fraccionado en 23 versículos. De esta forma es más sencillo leer y retener en la memoria la palabra de Dios, para que así esté contigo siempre y te sirva como un faro para orientarte.

Nuestro Amado Padre Celestial nunca nos abandona, es un padre misericordioso que nos aconseja. Ese fue el motivo por el cual nos proporcionó su palabra que nos inspira y sirve de antorcha en los momentos más sombríos. En el capítulo 6 del Romanos del Nuevo Testamento encontrarás sin lugar a dudas la respuesta a muchas de las cuestiones que a menudo se manifiestan en la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con el Altísimo, leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y conocer profundamente los 23 versículos del capítulo 6 del Romanos te será de mucha ayuda. De esta forma tendrás siempre presente en tus plegarias en qué consiste el mandato de Dios.

Versículos del capítulo 6 del libro Romanos

¿Pues qué diremos? Perseveraremos en pecado para que la gracia crezca?.

En ninguna manera. Porque los que somos muertos al pecado, ¿cómo viviremos aún en Él?.

¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte?.

Porque somos sepultados juntamente con Él a muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida..

Porque si fuimos plantados juntamente en Él a la semejanza de su muerte, así también lo seremos a la de su resurrección:.

Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre juntamente fue crucificado con Él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, a fin de que no sirvamos más al pecado..

Porque el que es muerto, justificado es del pecado..

Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con Él;.

Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere: la muerte no se enseñoreará más de Él..

Porque el haber muerto, al pecado murió una vez; mas el vivir, a Dios vive..

Así también vosotros, pensad que de cierto estáis muertos al pecado, mas vivos a Dios en Cristo Jesús Señor nuestro..

No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que le obedezcáis en sus concupiscencias;.

Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado por instrumento de iniquidad; antes presentaos a Dios como vivos de los muertos, y vuestros miembros a Dios por instrumentos de justicia..

Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia..

¿Pues qué? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo de la ley, sino bajo de la gracia? En ninguna manera..

¿No sabéis que a quien os prestáis vosotros mismos por siervos para obedecer le, sois siervos de aquel a quien obedecéis, o del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?.

Empero gracias a Dios, que aunque fuisteis siervos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual sois entregados;.

Y libertados del pecado, sois hechos siervos de la justicia..

Humana cosa digo, por la flaqueza de vuestra carne: que como para iniquidad presentasteis vuestros miembros a servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santidad presentéis vuestros miembros a servir a la justicia..

Porque cuando fuisteis siervos del pecado, erais libres acerca de la justicia..

¿Qué fruto, pues, teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? porque el fin de ellas es muerte..

Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y por fin la vida eterna..

Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro..