Salmos Capítulo 104

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se nos manifiesta a nosotros, sus hijos e hijas, y esto lo hace por medio de los textos sagrados recogidos en La Biblia. En la Sagrada Biblia está escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. En nuestra mano está leerla y aprehender toda la sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 104 del Salmos del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia encontramos encerradas porciones de bondad y sabiduría que el Padre proporcionó a sus hijos para que ellos pudieran estar al lado de Él.

El Salmos del Nuevo Testamento está formado por 150 capítulos. Ahora en nuestra web te ofrecemos la posibilidad de leer e interiorizar aquello que Dios Nuestro Señor quiso mostrarnos en el capítulo 104. Para que sea más fácil leerlo y comprenderlo el capítulo 104 del Salmos se halla fraccionado en 35 versículos. Así es más fácil leer y retener en la memoria la palabra de Dios, de forma que esté contigo siempre y te sirva para guiarte.

Nuestro Amado Padre Celestial siempre está a nuestro lado, es un padre bondadoso que nos aconseja. Ese fue el motivo por el cual nos brindó su palabra que nos orienta y sirve de Estrella Polar en los momentos más tenebrosos. En el capítulo 104 del Salmos del Nuevo Testamento podrás encontrar sin dudarlo la solución a muchas de las dudas que de pronto aparecen a lo largo de la vida. En el inicio de tu diálogo con Nuestro Señor, el hecho de leer su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y entender en profundidad los 35 versículos del capítulo 104 del Salmos te será de gran ayuda. De esta manera tendrás siempre presente en tus rezos cuál es la palabra de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 104 del libro Salmos

Bendice, alma mía, a Jehová. Jehová, Dios mío, mucho te has engrandecido; Haste vestido de gloria y de magnificencia..

El que se cubre de luz como de vestidura, Que extiende los cielos como una cortina;.

Que establece sus aposentos entre las aguas; El que pone las nubes por su carroza, El que anda sobre las alas del viento;.

El que hace a sus ángeles espíritus, Sus ministros al fuego flameante..

El fundó la tierra sobre sus basas; No será jamás removida..

Con el abismo, como con vestido, la cubriste; Sobre los montes estaban las aguas..

A tu reprensión huyeron; Al sonido de tu trueno se apresuraron;.

Subieron los montes, descendieron los valles, Al lugar que tú les fundaste..

Pusísteles término, el cual no traspasarán; Ni volverán a cubrir la tierra..

Tú eres el que envías las fuentes por los arroyos; Van entre los montes..

Abrevan a todas las bestias del campo: Quebrantan su sed los asnos montaraces..

Junto a aquellos habitarán las aves de los cielos; Entre las ramas dan voces..

El que riega los montes desde sus aposentos: Del fruto de sus obras se sacia la tierra..

El que hace producir el heno para las bestias, Y la hierba para el servicio del hombre; Sacando el pan de la tierra..

Y el vino que alegra el corazón del hombre, Y el aceite que hace lucir el rostro, Y el pan que sustenta el corazón del hombre..

Llénanse de jugo los árboles de Jehová, Los cedros del Líbano que él plantó..

Allí anidan las aves; En las hayas hace su casa la cigüeña..

Los montes altos para las cabras monteses; Las peñas, madrigueras para los conejos..

Hizo la luna para los tiempos: El sol conoce su ocaso..

Pone las tinieblas, y es la noche: En ella corretean todas las bestias de la selva..

Los leoncillos braman a la presa, Y para buscar de Dios su comida..

Sale el sol, recógense, Y échanse en sus cuevas..

Sale el hombre a su hacienda, Y a su labranza hasta la tarde..

¡Cuán muchas son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría: La tierra está llena de tus beneficios..

Asimismo esta gran mar y ancha de términos: En ella pescados sin número, Animales pequeños y grandes..

Allí andan navíos; Allí este leviathán que hiciste para que jugase en ella..

Todos ellos esperan en ti, Para que les des su comida a su tiempo..

Les das, recogen; Abres tu mano, hártanse de bien..

Escondes tu rostro, túrbanse: Les quitas el espíritu, dejan de ser, Y tórnanse en su polvo..

Envías tu espíritu, críanse: Y renuevas la haz de la tierra..

Sea la gloria de Jehová para siempre; Alégrese Jehová en sus obras;.

El cual mira a la tierra, y ella tiembla; Toca los montes, y humean..

A Jehová cantaré en mi vida: A mi Dios salmearé mientras viviere..

Serme ha suave hablar de él: Yo me alegraré en Jehová..

Sean consumidos de la tierra los pecadores, Y los impíos dejen de ser. Bendice, alma mía, a Jehová. Aleluya..