Salmos Capítulo 108

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos habla con nosotros, que somos fruto de su Creación, y nos habla gracias a la Biblia. En ella es el lugar en donde se escribió su palabra y sus lecciones para la humanidad. De nosotros depende leerla y tratar de captar toda la sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 108 del Salmos del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras encontramos confinadas píldoras de conocimiento que Dios Padre regaló a los seres humanos para que así ellos llegaran a estar cerca de Él.

El Salmos del Nuevo Testamento está compuesto por 150 capítulos. Aquí es posible leer y aprehender aquello que Dios deseó revelarnos en el capítulo 108. De modo que sea más fácil leerlo, analizarlo y comprenderlo el capítulo 108 del Salmos se halla fraccionado en 13 versículos. De esta manera es más fácil leer y retener en la memoria la palabra del Padre, de modo que vaya contigo siempre y te sirva de orientación y guía.

Nuestro Amado Padre Celestial no nos deja nunca solos, es un padre benévolo que nos orienta. Por ese motivo nos proporcionó su palabra que nos ilumina y sirve de faro en los periodos más sombríos. En el capítulo 108 del Salmos del Nuevo Testamento descubrirás sin dudarlo la respuesta a gran cantidad de dilemas que a menudo se manifiestan en la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con el Padre, el hecho de leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y comprender profundamente los 13 versículos del capítulo 108 del Salmos te será de mucha utilidad. De esta manera te será posible tener siempre presente en tus oraciones cuál es la palabra de Dios Padre que está en los Cielos.

Versículos del capítulo 108 del libro Salmos

Mi corazón está dispuesto, oh Dios; Cantaré y salmearé todavía en mi gloria..

Despiértate, salterio y arpa: Despertaré al alba..

Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos; A ti cantaré salmos entre las naciones..

Porque grande más que los cielos es tu misericordia, Y hasta los cielos tu verdad..

Ensálzate, oh Dios, sobre los cielos; Y sobre toda la tierra tu gloria..

Para que sean librados tus amados, Salva con tu diestra y respóndeme..

Dios habló por su santuario: alegrareme, Repartiré a Sichêm, y mediré el valle de Succoth..

Mío es Galaad, mío es Manasés; Y Eprhaim es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador;.

Moab, la vasija de mi lavatorio: Sobre Edom echaré mi calzado; Regocijareme sobre Palestina..

¿Quién me guiará a la ciudad fortalecida? ¿Quién me guiará hasta Idumea?.

Ciertamente tú, oh Dios, que nos habías desechado; Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos..

Danos socorro en la angustia: Porque mentirosa es la salud del hombre..

En Dios haremos proezas; Y él hollará nuestros enemigos..