Salmos Capítulo 123

Dios, Nuestro Señor habla con nosotros, sus hijos, y esto lo hace por medio de la Biblia. En la Sagrada Biblia está escrita su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. En nuestra mano está leerla y captar toda la sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 123 del Salmos del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia se encuentran confinadas píldoras de conocimiento que el Padre entregó a sus hijos con el objetivo de que ellos llegaran a acercarse a Él.

El Salmos del Nuevo Testamento dispone de 150 capítulos. En cristianismo.info es posible leer y estudiar lo que Dios Nuestro Señor quiso revelarnos en el capítulo 123. Para que sea más fácil leerlo y comprenderlo el capítulo 123 del Salmos está dividido en 4 versículos. De esta manera es más fácil leer y retener en la memoria la palabra del Señor, para que te acompañe siempre y te sirva de brújula en la vida.

Nuestro Padre, Dios Todopoderoso no nos deja nunca solos, es un padre compasivo que nos guía. Por eso nos brindó su palabra que nos alumbra y sirve de luz en los periodos más sombríos. En el capítulo 123 del Salmos del Nuevo Testamento descubrirás con toda seguridad la clave a muchos de los interrogantes que se puedan manifestar durante la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Creador, el hecho de leer su palabra escrita en la Biblia, y entender en profundidad los 4 versículos del capítulo 123 del Salmos te será de mucha ayuda. De esta manera te será posible tener siempre presente en tus rezos cuál es el mandato de Dios Padre que está en los Cielos.

Versículos del capítulo 123 del libro Salmos

A Ti que habitas en los cielos, Alcé mis ojos..

He aquí como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora; Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, Hasta que haya misericordia de nosotros..

Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros; Porque estamos muy hartos de menosprecio..

Muy harta está nuestra alma Del escarnio de los holgados, Y del menosprecio de los soberbios..