Dios Padre habla con nosotros, sus hijos, y nos habla gracias a la Sagrada Biblia. En la Biblia es el lugar en donde se escribió su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y captar toda la sabiduría que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 126 del Salmos del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia podemos encontrar confinadas perlas de sabiduría que el Padre regaló a los hombres para que así ellos tuvieran la capacidad de aproximarse a Él.
El Salmos del Nuevo Testamento dispone de 150 capítulos. En cristianismo.info tienes la posibilidad de leer y aprender lo que Dios Todopoderoso deseó enseñarnos en el capítulo 126. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 126 del Salmos está fraccionado en 6 versículos. De este modo es más sencillo leer y memorizar la palabra del Señor, para que así vaya contigo siempre y te sirva como un faro para orientarte.
Nuestro Amado Padre Celestial siempre está a nuestro lado, es un padre benévolo que nos guía. Por eso nos proporcionó su palabra que nos alumbra y sirve de antorcha en los periodos más tenebrosos. En el capítulo 126 del Salmos del Nuevo Testamento hallarás con toda seguridad la solución a gran cantidad de dilemas que a menudo se manifiestan a lo largo de la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con el Altísimo, leer su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y dominar en profundidad los 6 versículos del capítulo 126 del Salmos te será de gran ayuda. De esta forma podrás tener siempre presente en tus oraciones en qué consiste el mandato de Dios.
Cuando Jehová hiciere tornar la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan..
Entonces nuestra boca se henchirá de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las gentes: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos..
Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres..
Haz volver nuestra cautividad oh Jehová, Como los arroyos en el austro..
Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán..
Irá andando y llorando el que lleva la preciosa simiente; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas..