Salmos Capítulo 127

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se nos manifiesta a nosotros, sus hijos e hijas, y nos habla por medio de la Biblia. En la Sagrada Biblia podemos encontrar escrita su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y recibir toda la sapiencia que se halla en sus palabras. En el capítulo 127 del Salmos del Nuevo Testamento de la Biblia permanecen escondidas perlas de sabiduría que el Padre otorgó a los hombres con el objetivo de que ellos pudieran acercarse a Él.

El Salmos del Nuevo Testamento consta de 150 capítulos. En esta web tienes la posibilidad de leer y aprender lo que Nuestro Señor quiso revelarnos en el capítulo 127. Para que sea más fácil leerlo y comprenderlo el capítulo 127 del Salmos se halla dividido en 5 versículos. De esta manera es más sencillo leer y memorizar la palabra de Dios Nuestro Señor, para que vaya contigo siempre y te sirva para trazar tu rumbo.

Nuestro Padre, Dios Todopoderoso es el único que jamás nos abandona, es un padre clemente que nos orienta. Por ese motivo nos obsequió con su palabra que nos ilumina y sirve de luz en los instantes más oscuros. En el capítulo 127 del Salmos del Nuevo Testamento encontrarás sin lugar a dudas la clave a muchas de las cuestiones que puedan aparecer a lo largo de la vida. Al principio de tu diálogo con el Padre, haber leído su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y entender profundamente los 5 versículos del capítulo 127 del Salmos te será de gran ayuda. De esta forma te será posible tener siempre presente en tus oraciones cuál es el mandato de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 127 del libro Salmos

Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican: Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guarda..

Por demás os es el madrugar a levantaros, el veniros tarde a reposar, El comer pan de dolores: Pues que a su amado dará Dios el sueño..

He aquí, heredad de Jehová son los hijos: Cosa de estima el fruto del vientre..

Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud..

Bienaventurado el hombre que hinchió su aljaba de ellos: No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta..