Salmos Capítulo 139

Dios habla con nosotros, sus hijos creados a su imagen y semejanza, y nos habla mediante la Biblia. En la Sagrada Biblia está escrita su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros depende leerla y entender toda la bondad y sabiduría que reside en sus palabras. En el capítulo 139 del Salmos del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia se hallan encerradas auténticas dosis de conocimiento y bondad que Dios concedió a sus hijos e hijas para que ellos tuvieran la capacidad de aproximarse a Él.

El Salmos del Nuevo Testamento está formado por 150 capítulos. Aquí es posible leer y aprender aquello que Dios se propuso enseñarnos en el capítulo 139. Para una mejor lectura y comprensión el capítulo 139 del Salmos está dividido en 24 versículos. De esta forma es más fácil leer y memorizar la palabra Dios Todopoderoso, de forma que esté a tu lado siempre y te sirva de guía.

Dios Nuestro Señor es el único que jamás nos abandona, es un padre misericordioso que nos guía. Por ese motivo nos regaló su palabra que nos orienta y sirve de faro en los instantes más sombríos. En el capítulo 139 del Salmos del Nuevo Testamento podrás encontrar sin duda la solución a muchas de las preguntas que te puedan surgir durante la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con el Altísimo, el hecho de leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y entender profundamente los 24 versículos del capítulo 139 del Salmos te será de mucha utilidad. De esta manera podrás tener siempre presente en tus rezos cuál es el mandato de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 139 del libro Salmos

Oh Jehová, tú me has examinado y conocido..

Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, Has entendido desde lejos mis pensamientos..

Mi senda y mi acostarme has rodeado, Y estás impuesto en todos mis caminos..

Pues aun no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda..

Detrás y delante me guarneciste, Y sobre mí pusiste tu mano..

Más maravillosa es la ciencia que mi capacidad; Alta es, no puedo comprenderla..

¿Adónde me iré de tu espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia?.

Si subiere a los cielos, allí estás tú: Y si en abismo hiciere mi estrado, he aquí allí tú estás..

Si tomare las alas del alba, Y habitare en el extremo de la mar,.

Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra..

Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá tocante a mí..

Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día: Lo mismo te son las tinieblas que la luz..

Porque tú poseiste mis riñones; Cubrísteme en el vientre de mi madre..

Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce mucho..

No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y compaginado en lo más bajo de la tierra..

Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas..

Así que ¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán multiplicadas son sus cuentas!.

Si los cuento, multiplícanse más que la arena: Despierto, y aun estoy contigo..

De cierto, oh Dios, matarás al impío; Apartaos pues de mí, hombres sanguinarios..

Porque blasfemias dicen ellos contra ti: Tus enemigos toman en vano tu nombre.

¿No tengo en odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, Y me conmuevo contra tus enemigos?.

Aborrézcolos con perfecto odio; Téngolos por enemigos..

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón: Pruébame y reconoce mis pensamientos:.

Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno..