Salmos Capítulo 141

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos se comunica con nosotros, sus hijos, y esto lo hace por mediación de la Biblia. En la Biblia es donde se encuentra escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y tratar de captar toda la sapiencia que hay en sus palabras. En el capítulo 141 del Salmos del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia se encuentran encerradas perlas de sabiduría que Dios Padre entregó a sus hijos con el objetivo de que ellos llegaran a aproximarse a Él.

El Salmos del Nuevo Testamento dispone de 150 capítulos. En cristianismo.info tienes la posibilidad de leer y aprehender lo que Dios Nuestro Señor se propuso enseñarnos en el capítulo 141. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 141 del Salmos se halla dividido en 10 versículos. De esta manera es más fácil leer y recordar la palabra del Señor, para que así te acompañe siempre y te sirva para no perder el rumbo de tu vida.

Nuestro Padre, Dios Todopoderoso siempre está a nuestro lado, es un padre clemente que nos guía. Ese fue el motivo por el cual nos obsequió con su palabra que nos inspira y sirve de faro en los instantes más sombríos. En el capítulo 141 del Salmos del Nuevo Testamento hallarás sin dudarlo la respuesta a muchas de las dudas que puedan aparecer en la vida. Al principio de tu diálogo con Dios, el hecho de leer su palabra escrita en la Biblia, y conocer profundamente los 10 versículos del capítulo 141 del Salmos te será de gran ayuda. De este modo te será posible tener siempre presente en tus oraciones en qué consiste la verdadera palabra de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 141 del libro Salmos

Jehová, a ti he clamado; apresúrate a mí; Escucha mi voz, cuando te invocare..

Sea enderezada mi oración delante de ti como un perfume, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde..

Pon, oh Jehová, guarda a mi boca: Guarda la puerta de mis labios..

No dejes se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que obran iniquidad, Y no coma yo de sus deleites..

Que el justo me castigue, será un favor, Y que me reprenda será un excelente bálsamo. Que no me herirá la cabeza: Así que aun mi oración tendrán en sus calamidades..

Serán derribados en lugares peñascosos sus jueces, Y oirán mis palabras, que son suaves..

Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos a la boca de la sepultura..

Por tanto a ti, oh Jehová Señor, miran mis ojos: En ti he confiado, no desampares mi alma..

Guárdame de los lazos que me han tendido, Y de los armadijos de los que obran iniquidad..

Caigan los impíos a una en sus redes, Mientras yo pasaré adelante..