Salmos Capítulo 17

Dios se dirige a nosotros, sus hijos, y lo hace gracias a las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Biblia se encuentra escrita su palabra y sus conocimientos para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y asimilar toda la bondad y sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 17 del Salmos del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras se encuentran confinadas perlas de sabiduría que Dios entregó a sus hijos e hijas para que ellos pudieran estar junto a Él.

El Salmos del Nuevo Testamento consta de 150 capítulos. Aquí es posible leer aquello que Dios, en toda su Bondad quiso revelarnos en el capítulo 17. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 17 del Salmos se encuentra dividido en 15 versículos. De este modo es más sencillo leer y recordar la palabra del Señor, para que así te acompañe siempre y te sirva como un faro para orientarte.

Nuestro Padre que todo lo puede está siempre con nosotros, es un padre bondadoso que nos aconseja. Por ese motivo nos regaló su palabra que nos orienta y sirve de fanal en los periodos más sombríos. En el capítulo 17 del Salmos del Nuevo Testamento encontrarás con toda seguridad la respuesta a muchas de las preguntas que de pronto aparecen en la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con Dios, leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y conocer profundamente los 15 versículos del capítulo 17 del Salmos te será extremadamente útil. De este modo podrás tener siempre presente en tus plegarias cuál es la verdadera palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 17 del libro Salmos

Oye, oh Jehová, justicia; está atento a mi clamor; Escucha mi oración hecha sin labios de engaño..

De delante de tu rostro salga mi juicio; Vean tus ojos la rectitud..

Tú has probado mi corazón, hasme visitado de noche; Me has apurado, y nada inicuo hallaste: Heme propuesto que mi boca no ha de propasarse..

Para las obras humanas, por la palabra de tus labios Yo me he guardado de las vías del destructor..

Sustenta mis pasos en tus caminos, Porque mis pies no resbalen..

Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios: Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra..

Muestra tus estupendas misericordias, tú que salvas a los que en ti confían. De los que se levantan contra tu diestra..

Guárdame como lo negro de la niñeta del ojo, Escóndeme con la sombra de tus alas,.

De delante de los malos que me oprimen, De mis enemigos que me cercan por la vida..

Cerrados están con su grosura; Con su boca hablan soberbiamente..

Nuestros pasos nos han cercado ahora: Puestos tienen sus ojos para echar nos por tierra..

Parecen al león que desea hacer presa, Y al leoncillo que está escondido..

Levántate, oh Jehová; Prevén su encuentro, póstrale: Libra mi alma del malo con tu espada;.

De los hombres con tu mano, oh Jehová, De los hombres de mundo, cuya parte es en esta vida, Y cuyo vientre hinches de tu tesoro: Hartan sus hijos, Y dejan el resto a sus chiquitos..

Yo en justicia veré tu rostro: Seré saciado cuando despertare a tu semejanza..