Salmos Capítulo 26

Dios, Nuestro Señor habla con nosotros, sus hijos, y esto lo hace gracias a los textos sagrados recogidos en La Biblia. En la Biblia podemos encontrar escrita su doctrina y sus lecciones para la humanidad. En nuestra mano está leerla y recibir toda la bondad y sabiduría que reside en sus palabras. En el capítulo 26 del Salmos del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras están resguardadas perlas de sabiduría que Dios Padre otorgó a sus hijos e hijas con el objetivo de que ellos tuvieran la capacidad de estar cerca de Él.

El Salmos del Nuevo Testamento está compuesto por 150 capítulos. En esta web tienes la posibilidad de leer y aprender aquello que Nuestro Señor se propuso mostrarnos en el capítulo 26. Para que sea más fácil leerlo y comprenderlo el capítulo 26 del Salmos se halla fraccionado en 12 versículos. Así es más simple leer y memorizar la palabra del Señor, de forma que esté a tu lado siempre y te sirva para trazar tu rumbo.

Dios Nuestro Señor jamás nos deja solos, es un padre benévolo que nos aconseja. Por ese motivo nos regaló su palabra que nos ilumina y sirve de linterna en los instantes más oscuros. En el capítulo 26 del Salmos del Nuevo Testamento hallarás sin lugar a dudas la clave a muchos de los interrogantes que se puedan manifestar durante la vida. En el inicio de tu diálogo con el Altísimo, el hecho de leer su palabra escrita en la Biblia, y entender profundamente los 12 versículos del capítulo 26 del Salmos te será de mucha ayuda. De esta forma te será posible tener siempre presente en tus oraciones en qué consiste la verdadera palabra de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 26 del libro Salmos

Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado: Confiado he asimismo en Jehová, no vacilaré..

Pruébame, oh Jehová, y sondéame: Examina mis riñones y mi corazón..

Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y en tu verdad ando..

No me he sentado con hombres de falsedad; Ni entré con los que andan encubiertamente..

Aborrecí la reunión de los malignos, Y con los impíos nunca me senté..

Lavaré en inocencia mis manos, Y andaré alrededor de tu altar, oh Jehová:.

Para exclamar con voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas..

Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar del tabernáculo de tu gloria..

No juntes con los pecadores mi alma, Ni con los hombres de sangres mi vida:.

En cuyas manos está el mal, Y su diestra está llena de sobornos..

Yo empero andaré en mi integridad: Redímeme, y ten misericordia de mí..

Mi pie ha estado en rectitud: En las congregaciones bendeciré a Jehová..