Dios se nos revela a nosotros, que somos fruto de su Creación, y esto lo hace gracias a la Biblia. En la Sagrada Biblia es el lugar en donde se escribió su palabra y sus lecciones para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y aprehender toda la bondad y sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 28 del Salmos del Nuevo Testamento de la Biblia se encuentran resguardadas perlas de sabiduría que Dios Creador otorgó a los hombres para que ellos llegaran a estar junto a Él.
El Salmos del Nuevo Testamento tiene 150 capítulos. En nuestra web puedes leer y estudiar aquello que Dios Nuestro Señor se propuso enseñarnos en el capítulo 28. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 28 del Salmos se halla dividido en 9 versículos. Así es más fácil leer y recordar la palabra de Dios Nuestro Señor, para que así vaya contigo siempre y te sirva de orientación y guía.
Nuestro Padre Todopoderoso siempre está a nuestro lado, es un padre benévolo que nos guía. Por eso nos brindó su palabra que nos ilumina y sirve de faro en los instantes más tenebrosos. En el capítulo 28 del Salmos del Nuevo Testamento descubrirás con toda seguridad la solución a muchos de los interrogantes que te puedan surgir en la vida. Al principio de tu diálogo con el Padre, haber leído su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y comprender en profundidad los 9 versículos del capítulo 28 del Salmos te será muy útil. Así te será posible tener siempre presente en tus plegarias en qué consiste el mandato de Dios Todopoderoso.
A Ti clamaré, oh Jehová, Fortaleza mía: no te desentiendas de mí; Porque no sea yo, dejándome tú, Semejante a los que descienden al sepulcro..
Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, Cuando alzo mis manos hacia el templo de tu santidad..
No me arrebates a una con los malos, Y con los que hacen iniquidad: Los cuales hablan paz con sus prójimos, Y la maldad está en su corazón..
Dales conforme a su obra, y conforme a la malicia de sus hechos: Dales conforme a la obra de sus manos, Dales su paga..
Porque no atendieron a las obras de Jehová, Ni al hecho de sus manos, Derribaralos, y no los edificará..
Bendito Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos..
Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En él esperó mi corazón, y fui ayudado; Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi canción le alabaré..
Jehová es su fuerza, Y la fortaleza de las saludes de su ungido..
Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; Y pastoréalos y ensálzalos para siempre..