Dios se dirige a nosotros, que somos fruto de su Creación, y esto lo hace por medio de la Sagrada Biblia. En la Biblia podemos encontrar escrita su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. De nosotros depende leerla y recibir toda la bondad y sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 3 del Salmos del Nuevo Testamento de la Biblia se hallan escondidas perlas de sabiduría que Dios Nuestro Señor otorgó a sus hijos e hijas para que ellos pudieran acercarse a Él.
El Salmos del Nuevo Testamento está compuesto por 150 capítulos. En esta web te ofrecemos la posibilidad de leer lo que Dios, en toda su Bondad se propuso revelarnos en el capítulo 3. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 3 del Salmos se halla dividido en 8 versículos. De esta forma es más fácil leer y retener en la memoria la palabra del Señor, para que así esté a tu lado siempre y te sirva de brújula en la vida.
Nuestro Padre Todopoderoso nunca nos abandona, es un padre bueno que nos guía. Por eso nos proporcionó su palabra que nos alumbra y sirve de Estrella Polar en los momentos más oscuros. En el capítulo 3 del Salmos del Nuevo Testamento descubrirás sin dudarlo la solución a muchas de las dudas que te puedan surgir en la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Altísimo, haber leído su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y comprender en profundidad los 8 versículos del capítulo 3 del Salmos te será muy útil. De esta manera podrás tener siempre presente en tus plegarias en qué consiste el mandato de Dios Padre que está en los Cielos.
¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí..
Muchos dicen de mi vida: No hay para él salud en Dios. (Selah.).
Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza..
Con mi voz clamé a Jehová, Y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.).
Yo me acosté, y dormí, Y desperté; porque Jehová me sostuvo..
No temeré de diez millares de pueblos, Que pusieren cerco contra mí..
Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío: Porque tú heriste a todos mis enemigos en la quijada; Los dientes de los malos quebrantaste..
De Jehová es la salud: Sobre tu pueblo será tu bendición. (Selah.).