Dios Padre habla con nosotros, sus hijos e hijas, y esto lo hace gracias a la Sagrada Biblia. En la Sagrada Biblia se encuentra escrita su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y comprender toda la bondad y sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 52 del Salmos del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras permanecen confinadas píldoras de conocimiento que el Padre entregó a los seres humanos con el objetivo de que ellos pudieran estar junto a Él.
El Salmos del Nuevo Testamento consta de 150 capítulos. Ahora puedes leer y aprender aquello que Dios Nuestro Señor quiso revelarnos en el capítulo 52. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 52 del Salmos se halla dividido en 9 versículos. Así es más fácil leer y aprender de memoria la palabra de Dios, para que vaya contigo siempre y te sirva para trazar tu rumbo.
Nuestro Padre Todopoderoso jamás nos deja solos, es un padre bueno que nos orienta. Ese fue el motivo por el cual nos obsequió con su palabra que nos orienta y sirve de antorcha en los instantes más oscuros. En el capítulo 52 del Salmos del Nuevo Testamento descubrirás sin duda la respuesta a muchas de las dudas que a menudo se manifiestan durante la vida. En el momento de comenzar tu diálogo con Dios, haber leído su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y comprender profundamente los 9 versículos del capítulo 52 del Salmos te será de mucha utilidad. Así te será posible tener siempre presente en tus oraciones cuál es la palabra de Dios Padre que está en los Cielos.
¿Por qué te glorías de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es continua..
Agravios maquina tu lengua: Como navaja amolada hace engaño..
Amaste el mal más que el bien; La mentira más que hablar justicia. (Selah.).
Has amado toda suerte de palabras perniciosas, Engañosa lengua..
Por tanto Dios te derribará para siempre: Te asolará y te arrancará de tu morada, Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. (Selah.).
Y verán los justos, y temerán; Y reiranse de él, diciendo:.
He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, Sino que confió en la multitud de sus riquezas. Y se mantuvo en su maldad..
Mas yo estoy como oliva verde en la casa de Dios: En la misericordia de Dios confío perpetua y eternalmente..
Te alabaré para siempre por lo que has hecho: Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos..