Salmos Capítulo 53

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo nos habla a nosotros, sus hijos, y lo hace mediante la Biblia. En la Biblia es donde se encuentra escrita su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y comprender toda la sapiencia que reside en sus palabras. En el capítulo 53 del Salmos del Nuevo Testamento de la Biblia se hallan escondidas perlas de sabiduría que Dios obsequió a sus hijos para que ellos tuvieran la capacidad de estar al lado de Él.

El Salmos del Nuevo Testamento está compuesto por 150 capítulos. En esta web puedes leer y estudiar aquello que Dios Nuestro Señor deseó revelarnos en el capítulo 53. Para que lo puedas leer y comprender mejor el capítulo 53 del Salmos se halla dividido en 6 versículos. De esta forma es más simple leer y retener en la memoria la palabra Dios Todopoderoso, para que esté contigo siempre y te sirva de brújula en la vida.

Nuestro Amado Padre Celestial es quien jamás nos abandonará a pesar de las circunstancias, es un padre compasivo que nos aconseja. Por ese motivo nos regaló su palabra que nos orienta y sirve de fanal en los instantes más oscuros. En el capítulo 53 del Salmos del Nuevo Testamento hallarás sin lugar a dudas la respuesta a muchas de las dudas que se puedan manifestar en la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con Dios, el hecho de leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y entender profundamente los 6 versículos del capítulo 53 del Salmos te será de gran ayuda. Así te será posible tener siempre presente en tus plegarias cuál es la palabra de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 53 del libro Salmos

Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Corrompiéronse e hicieron abominable maldad: No hay quien haga bien..

Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, Por ver si hay algún entendido Que busque a Dios..

Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido: No hay quien haga bien, no hay ni aun uno..

¿No tienen conocimiento todos esos que obran iniquidad? Que comen a mi pueblo como si comiesen pan: A Dios no han invocado..

Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo: Porque Dios ha esparcido los huesos del que asentó campo contra ti: Los avergonzaste, porque Dios los desechó..

¡Oh quién diese de Sion saludes a Israel! En volviendo Dios la cautividad de su pueblo, Gozarse ha Jacob, y alegrarase Israel..