Salmos Capítulo 58

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se nos manifiesta a nosotros, sus hijos e hijas, y esto lo hace a través de la Biblia. En la Biblia es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus conocimientos para la humanidad. Nosotros somos quienes decidimos si leerla y tratar de captar toda la bondad y sabiduría que hay en sus palabras. En el capítulo 58 del Salmos del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras es posible hallar escondidas auténticas dosis de conocimiento y bondad que Dios proporcionó a los hombres para que así ellos llegaran a aproximarse a Él.

El Salmos del Nuevo Testamento se compone de 150 capítulos. En nuestra web es posible leer y estudiar aquello que Dios Nuestro Señor se propuso mostrarnos en el capítulo 58. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 58 del Salmos se encuentra fraccionado en 11 versículos. De esta manera es más sencillo leer y retener en la memoria la palabra Dios Todopoderoso, de forma que esté contigo siempre y te sirva de guía.

Nuestro Padre que todo lo puede nunca nos abandona, es un padre bondadoso que nos guía. Ese fue el motivo por el cual nos brindó su palabra que nos orienta y sirve de luz en los instantes más oscuros. En el capítulo 58 del Salmos del Nuevo Testamento hallarás sin duda la respuesta a muchas de las cuestiones que a menudo se manifiestan a lo largo de la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Creador, leer su palabra escrita en los textos que componen la Biblia, y dominar profundamente los 11 versículos del capítulo 58 del Salmos te será de mucha ayuda. De esta manera te será posible tener siempre presente en tus oraciones cuál es la verdadera palabra de Dios.

Versículos del capítulo 58 del libro Salmos

Oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?.

Antes con el corazón obráis iniquidades: Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra..

Enajenáronse los impíos desde la matriz; Descarriáronse desde el vientre, hablando mentira..

Veneno tienen semejante al veneno de la serpiente: Son como áspide sordo que cierra su oído;.

Que no oye la voz de los que encantan, Por más hábil que el encantador sea..

Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas: Quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos..

Córranse como aguas que se van de suyo: En entesando sus saetas, luego sean hechas pedazos..

Pasen ellos como el caracol que se deslíe: Como el abortivo de mujer, no vean el sol..

Antes que vuestras ollas sientan las espinas, Así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad..

Alegrarase el justo cuando viere la venganza: Sus pies lavará en la sangre del impío..

Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay fruto para el justo; Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra..