Salmos Capítulo 59

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos nos habla a nosotros, que somos fruto de su Creación, y esto lo hace gracias a la Biblia. En la Biblia se encuentra escrita su palabra y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros depende leerla y tratar de captar toda la sapiencia que reside en sus palabras. En el capítulo 59 del Salmos del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras están escondidas píldoras de conocimiento que Dios otorgó a los hombres para que así ellos llegaran a estar al lado de Él.

El Salmos del Nuevo Testamento tiene 150 capítulos. En esta web te ofrecemos la posibilidad de leer y estudiar lo que Nuestro Señor se propuso revelarnos en el capítulo 59. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 59 del Salmos está fraccionado en 17 versículos. Así es más simple leer y retener en la memoria la palabra Dios que está en los Cielos, de modo que vaya contigo siempre y te sirva como un faro para orientarte.

Nuestro Padre que todo lo puede jamás nos deja solos, es un padre bueno que nos orienta. Ese fue el motivo por el cual nos regaló su palabra que nos ilumina y sirve de faro en los trances más sombríos. En el capítulo 59 del Salmos del Nuevo Testamento descubrirás sin duda la respuesta a muchas de las cuestiones que se puedan manifestar a lo largo de la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Creador, el hecho de leer su palabra escrita en la Biblia, y comprender en profundidad los 17 versículos del capítulo 59 del Salmos te será extremadamente útil. De esta manera tendrás siempre presente en tus oraciones en qué consiste la verdadera palabra de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 59 del libro Salmos

Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío: Ponme en salvo de los que contra mí se levantan..

Líbrame de los que obran iniquidad, Y sálvame de hombres sanguinarios..

Porque he aquí están acechando mi vida: Hanse juntado contra mí fuertes, No por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová..

Sin delito mío corren y se aperciben: Despierta para venir a mi encuentro, y mira..

Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel, Despierta para visitar todas las gentes: No hayas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. (Selah.).

Volveránse a la tarde, ladrarán como perros, Y rodearán la ciudad..

He aquí proferirán con su boca; Cuchillos están en sus labios, Porque dicen: ¿Quién oye?.

Mas tú, Jehová, te reirás de ellos, Te burlarás de todas las gentes..

De su fuerza esperaré yo en ti: Porque Dios es mi defensa..

El Dios de mi misericordia me prevendrá: Dios me hará ver en mis enemigos mi deseo..

No los matarás, porque mi pueblo no se olvide: Hazlos vagar con tu fortaleza, y abátelos. Oh Jehová, escudo nuestro,.

Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; Y sean presos por su soberbia, Y por la maldición y mentira que profieren..

Acábalos con furor, acábalos, y no sean: Y sepan que Dios domina en Jacob Hasta los fines de la tierra. (Selah)..

Vuelvan pues a la tarde, y ladren como perros, Y rodeen la ciudad..

Anden ellos errantes para hallar qué comer: Y si no se saciaren, murmuren..

Yo empero cantaré tu fortaleza, Y loaré de mañana tu misericordia: Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia..

Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres Dios de mi amparo, Dios de mi misericordia..