Salmos Capítulo 70

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se dirige a nosotros, sus hijos, y esto lo hace por mediación de las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En ella es el lugar en donde se escribió su doctrina y sus lecciones para la humanidad. En nuestra disposición está leerla y tratar de captar toda la sapiencia que hay en sus palabras. En el capítulo 70 del Salmos del Nuevo Testamento de la Biblia podemos encontrar encerradas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que Dios otorgó a los seres humanos con el objetivo de que ellos pudieran acercarse a Él.

El Salmos del Nuevo Testamento está compuesto por 150 capítulos. En esta web puedes leer y estudiar aquello que Nuestro Señor quiso enseñarnos en el capítulo 70. Para una mejor lectura y comprensión el capítulo 70 del Salmos está fraccionado en 5 versículos. De este modo es más sencillo leer y retener en la memoria la palabra del Padre, de modo que te acompañe siempre y te sirva para guiarte.

Dios Nuestro Señor es quien jamás nos abandonará a pesar de las circunstancias, es un padre compasivo que nos guía. Por ese motivo nos regaló su palabra que nos inspira y sirve de Estrella Polar en los momentos más oscuros. En el capítulo 70 del Salmos del Nuevo Testamento hallarás sin duda la solución a gran cantidad de dilemas que puedan aparecer en la vida. Al principio de tu diálogo con el Altísimo, el hecho de leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y comprender profundamente los 5 versículos del capítulo 70 del Salmos te será de gran ayuda. Así tendrás siempre presente en tus plegarias cuál es el mandato de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 70 del libro Salmos

Oh Dios, acude a librarme; Apresúrate, oh Dios, a socorrerme..

Sean avergonzados y confusos Los que buscan mi vida; Sean vueltos atrás y avergonzados Los que mi mal desean..

Sean vueltos, en pago de su afrenta hecha, Los que dicen: ¡Ah! ¡ah!.

Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; Y digan siempre los que aman tu salud: Engrandecido sea Dios..

Yo estoy afligido y menesteroso; Apresúrate a mí, oh Dios: Ayuda mía y mi libertador eres tú; Oh Jehová, no te detengas..