Salmos Capítulo 79

Dios, Nuestro Señor que está en los Cielos nos habla a nosotros, sus hijos e hijas, y nos habla gracias a las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Biblia es donde se encuentra escrita su doctrina y sus lecciones para la humanidad. En nuestra disposición está leerla y asimilar toda la sapiencia que se encuentra en sus palabras. En el capítulo 79 del Salmos del Nuevo Testamento de los textos de las Biblia se hallan escondidas porciones de bondad y sabiduría que el Padre regaló a sus hijos e hijas para que así ellos pudieran estar cerca de Él.

El Salmos del Nuevo Testamento tiene 150 capítulos. Ahora en nuestra web es posible leer e interiorizar lo que Nuestro Señor se propuso revelarnos en el capítulo 79. Para facilitar su lectura y comprensión el capítulo 79 del Salmos se encuentra dividido en 13 versículos. Así es más fácil leer y recordar la palabra de Dios Nuestro Señor, de modo que esté a tu lado siempre y te sirva como un faro para orientarte.

Nuestro Padre que todo lo puede es el único que jamás nos abandona, es un padre clemente que nos guía. Por eso nos regaló su palabra que nos orienta y sirve de linterna en los trances más sombríos. En el capítulo 79 del Salmos del Nuevo Testamento podrás encontrar sin duda la respuesta a muchas de las dudas que se puedan manifestar en la vida. Al principio de tu diálogo con el Altísimo, haber leído su palabra escrita en las Sagradas Escrituras, y comprender profundamente los 13 versículos del capítulo 79 del Salmos te será de gran ayuda. De esta forma podrás tener siempre presente en tus plegarias en qué consiste la verdadera palabra de Nuestro Señor.

Versículos del capítulo 79 del libro Salmos

Oh Dios, vinieron las gentes a tu heredad; El templo de tu santidad han contaminado; Pusieron a Jerusalem en montones..

Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos; La carne de tus santos a las bestias de la tierra..

Derramaron su sangre como agua en los alrededores de Jerusalem; Y no hubo quien los enterrase..

Somos afrentados de nuestros vecinos, Escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores..

¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿has de estar airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo?.

Derrama tu ira sobre las gentes que no te conocen, Y sobre los reinos que no invocan tu nombre..

Porque han consumido a Jacob, Y su morada han asolado..

No recuerdes contra nosotros las iniquidades antiguas: Anticípennos presto tus misericordias, Porque estamos muy abatidos..

Ayúdanos, oh Dios, salud nuestra, por la gloria de tu nombre: Y líbranos, y aplácate sobre nuestros pecados por amor de tu nombre..

Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios? Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos, La venganza de la sangre de tus siervos, que fue derramada..

Entre ante tu acatamiento el gemido de los presos: Conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte..

Y torna a nuestros vecinos en su seno siete tantos De su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová..

Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu dehesa, Te alabaremos para siempre: Por generación y generación cantaremos tus alabanzas..