Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo se dirige a nosotros, que somos sus hijos, y nos habla por mediación de las Sagradas Escrituras que componen la Biblia. En la Sagrada Biblia está escrita su doctrina y sus lecciones para la humanidad. En nuestra mano está leerla y entender toda la bondad y sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 91 del Salmos del Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia se encuentran resguardadas intensas dosis de sabiduría y conocimiento que el Padre obsequió a sus hijos e hijas con el objetivo de que ellos tuvieran la capacidad de acercarse a Él.
El Salmos del Nuevo Testamento está formado por 150 capítulos. En esta web tienes la posibilidad de leer lo que Dios se propuso enseñarnos en el capítulo 91. Para que la lectura y la comprensión sean más fáciles el capítulo 91 del Salmos está dividido en 16 versículos. De esta forma es más sencillo leer y retener en la memoria la palabra del Padre, de modo que esté a tu lado siempre y te sirva de orientación y guía.
Nuestro Padre Bondadoso jamás nos abandona, es un padre benévolo que nos orienta. Ese fue el motivo por el cual nos dió su palabra que nos ilumina y sirve de Estrella Polar en los instantes más tenebrosos. En el capítulo 91 del Salmos del Nuevo Testamento hallarás sin dudarlo la respuesta a muchas de las cuestiones que de pronto aparecen en la vida. Cuando vas a dar inicio a tu diálogo con el Creador, haber leído su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y entender en profundidad los 16 versículos del capítulo 91 del Salmos te será muy útil. De esta forma tendrás siempre presente en tus rezos cuál es la palabra de Dios.
El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente..
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en él confiaré..
Y él te librará del lazo del cazador: De la peste destruidora..
Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y adarga es su verdad..
No tendrás temor de espanto nocturno, Ni de saeta que vuele de día;.
Ni de pestilencia que ande en oscuridad, Ni de mortandad que en medio del día destruya..
Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra: Mas a ti no llegará..
Ciertamente con tus ojos mirarás, Y verás la recompensa de los impíos..
Porque tú has puesto a Jehová, que es mi esperanza. Al Altísimo por tu habitación,.
No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada..
Pues que a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos..
En las manos te llevarán, Porque tu pie no tropiece en piedra..
Sobre el león y el basilisco pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón..
Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré: Pondrelo en alto, por cuanto ha conocido mi nombre..
Me invocará, y yo le responderé: Con él estare yo en la angustia: Lo libraré, y le glorificaré..
Saciarelo de larga vida, Y mostrarele mi salud..