Salmos Capítulo 93

Dios, Nuestro Señor habla con nosotros, sus hijos creados a su imagen y semejanza, y nos habla gracias a la Biblia. En la Sagrada Biblia es donde se encuentra escrita su doctrina y sus enseñanzas para la humanidad. De nosotros, sus hijos, depende leerla y entender toda la sabiduría que se halla en sus palabras. En el capítulo 93 del Salmos del Nuevo Testamento de las Sagradas Escrituras están confinadas perlas de sabiduría que Dios Padre proporcionó a los hombres para que ellos llegaran a estar junto a Él.

El Salmos del Nuevo Testamento está formado por 150 capítulos. En nuestra web tienes la posibilidad de leer y aprehender lo que Dios, en toda su Bondad se propuso revelarnos en el capítulo 93. Para una mejor lectura y comprensión el capítulo 93 del Salmos está dividido en 5 versículos. De este modo es más simple leer y recordar la palabra del Señor, de modo que vaya contigo siempre y te sirva de guía.

Nuestro Padre, Dios Todopoderoso jamás nos deja solos, es un padre compasivo que nos orienta. Ese fue el motivo por el cual nos dió su palabra que nos ilumina y sirve de faro en los trances más sombríos. En el capítulo 93 del Salmos del Nuevo Testamento podrás encontrar con toda seguridad la solución a muchas de las preguntas que te puedan surgir a lo largo de la vida. A la hora de iniciar tu diálogo con el Padre, leer su palabra escrita en la Sagrada Biblia, y comprender en profundidad los 5 versículos del capítulo 93 del Salmos te será de gran ayuda. De esta manera podrás tener siempre presente en tus oraciones cuál es el mandato de Dios Todopoderoso.

Versículos del capítulo 93 del libro Salmos

Jehová reina, vistiose de magnificencia, Vistiose Jehová, ciñose de fortaleza; Afirmó también el mundo, que no se moverá..

Firme es tu trono desde entonces: Tú eres eternalmente..

Alzaron los ríos, oh Jehová, Alzaron los ríos su sonido; Alzaron los ríos sus ondas..

Jehová en las alturas es más poderoso Que el estruendo de las muchas aguas, Más que las recias ondas de la mar..

Tus testimonios son muy firmes: La santidad conviene a tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre..